¿Eres de los que crees que todas las bodas son iguales? Para las personas que deciden casarse, una boda es motivo de inmensa alegría y celebración y el mayor deseo es hacer de ese día un momento para recordar por el resto de la vida.
Todo debe ser novedoso, original; desde la proposición hasta los padrinos y el lugar, pasando por la temática de la boda, todo debe ser bien cuidado, pero, ¿conoces a alguien que haya pedido matrimonio dentro de un matrimonio? Sigue esta historia.
Aleasha no estaba dispuesta a seguir esperando para que su príncipe azul diera el primer paso de proponerle matrimonio, así que decidió tomar ella misma la sartén por el mango.
No solo le propondría matrimonio ella a él, sino que crearía toda una tramoya para confundir a su futuro consorte, con un resultado tan impresionante que cambiaría su vida por completo.
El plan para despistar a su novio fue urdido palmo a palmo, casi maquiavélico: Aleasha Pilawa le informó a Paul Schoproni que habían recibido una invitación para una boda de una de sus amigas. Fue así como el día del supuesto casamiento la pareja se presentó impecablemente vestida y dispuesta a compartir el memorable día con su amiga y se unieron a otras amigas de Aleasha, también cómplices del engaño.
Mientras tanto, Paul sin sospechar lo más mínimo, permanecía en silencio, de pie acompañando a su novia con total normalidad.
Cuál no sería su sorpresa cuando, en el momento en que la novia debía ir hasta el altar, en lugar de la primera, fue la propia Aleasha quien se adelantó y llamó al incrédulo Paul a su lado.
Paul no se quedó atrás y le devolvió la broma a su futura esposa cuando al preguntarle si se quería casar con ella, este le dijo que no y salió corriendo despavorido hasta la salida de la iglesia, frenando a mitad del trayecto para luego, con una sonrisa en los labios decirle a su novia que estaba bromeando y darle un tierno beso.
“Debiste ver tu cara cuando dije que no y corrí, ja, ja, ja. Ahora estamos parejos”, le dijo Paul, divertido, a su amada.
El lugar común dice que el matrimonio es el día más importante en la vida de una mujer. Hoy en día eso está por verse.
Sin embargo, cuando pienso en la celebración de una boda, imagino a la novia en un hermoso vestido blanco, al novio con un buen traje, el corte del pastel y la novia arrojando el ramo, lo típico.
Nunca hubiera pensado que se podía celebrar una boda de forma tan peculiar. Definitivamente, esta es una pareja que, pase lo que pase, jamás olvidará el día y la manera cómo se casaron.
Comparte esta divertida y simpática historia y recuerda que la clave para una relación de pareja duradera y sana no se basa solo en la atracción, también es necesaria una buena dosis de humor y de creatividad para mantener viva la llama del amor.