Hay un dicho muy conocido por todos: el cliente siempre tiene la razón. Sin embargo, hay casos muy específicos en donde dicho refrán no tiene toda la validez que merece. Y así lo confirman hechos sucedidos recientemente en Nashville, capital del estado de Tennessee en Estados Unidos.
Charles Prince, un hombre de 54 años, se salió de sus cabales y arremetió contra la camarera de un McDonald’s de la localidad mencionada. ¿La razón?, su café estaba muy “aguado”.
La mujer tuvo que ser atendida puesto que el hombre le lanzó encima el café caliente. Acción que le provocó graves y visibles quemaduras.
Parece mentira que este tipo de acontecimientos sucedan hoy en día. Pero la realidad supera la ficción y sigue sorprendiéndonos con hechos tan raros e inesperados como este.
Para mayor indignación, la mujer al ver al cliente alterado trató de tranquilizarlo. Sin embargo, no pudo hacer nada.
Afortunadamente, este hecho no quedó impune puesto que las autoridades locales detuvieron al hombre en cuestión, quien tuvo que pagar una fianza de 1.500 dólares.
No es ni el primer ni el último caso de lo que parece ser una “epidemia” de clientes “insatisfechos”, puesto que se han registrados incidentes de la misma naturaleza en varias localidades estadounidenses y precisamente en sedes de la referida cadena de restaurantes de comida rápida.
“Nunca sería capaz de tirarle encima café hirviendo a otra persona, hay que estar realmente loco para cometer un acto así”, dijo preocupado un internauta.
Café hirviendo y patatas fritas son algunas de las cosas por las que han recibido tratos indignos los trabajadores afectados.
“Qué reacción tan terrible. El cliente está en el derecho de reclamar que está siendo mal atendido pero esto es demasiado”, comentó indignada otra internauta.
Los argumentos que han tenido las personas que han actuado de esta forma deplorable, han sido, entre otras cosas, la tardanza de los pedidos y que supuestamente no cumplían con la orden solicitada, por lo que las redes se han manifestado al respecto condenando tales actos.
“No hay ninguna justificación para hacer estas cosas tan feas. Ojalá las autoridades hagan algo al respecto. Es muy injusto”, mencionó alterada una internauta.
¡Todos los trabajadores merecen respeto!
Ningún tipo de insatisfacción personal puede llevarnos a tratar injustamente a los demás. Mucho menos a quienes se ganan la vida ofreciéndonos un servicio para nuestra comodidad y disfrute. Nada puede justificar la acción de estas personas que han perdido el control y han reaccionado de una forma tan terrible.
Comparte esta insólita historia entre tus familiares y amigos para hacer consciencia sobre la necesidad de mantener el respeto en cualquier circunstancia.