Muchos piensan que los tatuajes son cosa de jóvenes, eso no es del todo cierto. Algunos adultos mayores prestan su piel como lienzo para expresar significados profundos. Como el caso de un anciano que quiso homenajear a su difunta esposa en un tatuaje.
Ken Crowther, un ancianito de 89 años conoció a Phyllis en 1952, se casaron y estuvieron juntos hasta hace doce años cuando la esposa falleció.
Fueron una feliz pareja
Sus nietas: Stephanie Shipley y su hermana, Vickie, lo adoran. Y para su cumpleaños 90, decidieron regalarle, nada más y nada menos que un tatuaje.
En la familia todos tienen tatuajes, la mayoría en memoria de la abuelita fallecida. A Ken le gustó mucho, ese fue especialmente el motivo que le hizo coger valor.
Se ha refugiado en su familia
“Yo, mi hermana y mi madre tenemos tatuajes. La mayoría de ellos se hicieron en memoria de nuestra abuela y nuestro abuelo siempre los admiraba”, afirmó Stephanie.
En su juventud, Kent evadió lo que tenía que ver con tatuajes, a pesar de haber estado en el ejército, donde la mayoría lo hacía, él siempre encontraba la manera de escabullirse.
Sabía que había llegado el momento
Pero las nietas insistieron, y llevaron adelante su plan. Reservaron la cita con la persona que tatuaba a la familia, alguien de confianza que sabía hacer su trabajo.
En el fondo el ancianito deseaba tener por lo menos un tatuaje, pero el miedo a las agujas era mayor a su deseo. Finalmente aceptó, pero dio miles de indicaciones de cómo y dónde deseaba que quedara, ¡Uff, quisquilloso Ken!
El tatuaje fue hecho en B# Tattoos
Pero las chicas estaban complacidas y seguían todas sus indicaciones con gusto y alegría.
“Tenía que ser perfecto. Fue tan preciso cómo debía verse el texto y dónde quería las iniciales. Pasó una hora explicando exactamente cómo quería que lo hiciera. Todos fuimos con él para sostener su mano. Les tiene mucho miedo a las agujas”, contaron las cómplices nietas.
Por fin, trabajo hecho, en su brazo aparece su nombre y el de Phyllis, en medio de ellos, un corazón rojo atravesado por una flecha con la palabra “Para siempre”.
El resultado es hermoso
Ken ha tenido cáncer dos veces, fue desahuciado hace doce años, así que cada día es un regalo, y lo vive plenamente. Ya está planificando sus vacaciones con sus hijos. Ahora tiene tres bisnietos: Ava-Grace, Jack, Robín, Harvey y Alfred, que van de los 11 hasta los 2 años de edad.
También fue diagnosticado con Alzheimer, pero sigue disfrutando de sus hijos, nietos y bisnietos hasta que la vida se lo permita.
“Estamos muy orgullosos de él y lo amamos mucho. Dijo que puede hacerse otro tatuaje. ¡Pero quién sabe!», agregó la cariñosa Stephanie.
¡Bravo por este hermoso ancianito, ejemplo de cómo se debe vivir y asumir los retos de la vida! ¡Muchas bendiciones para ti, Campeón!
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