Para una pareja que se ama, una de las ilusiones más hermosas es tener un hijo. Cuando no pueden lograrlo de la forma normal, existen opciones como la inseminación asistida, pero a veces no todo sale como se quiere, así le ocurrió a una pareja de Nueva Jersey.
El matrimonio formado por Kristina Koedderich, de 47 años, y Drew Wasilewski, de 49, tenía dificultades para tener un bebé.
Buscaron ayuda en el Instituto de Medicina y Ciencia Reproductiva de San Bernabé donde se sometieron a un tratamiento por el cual pagaron 500.000 dólares.
Estaban muy felices cuando confirmaron que Kristina estaba embarazada. Tuvieron una hermosa niña, después de que les realizaron una inseminación artificial mediante la fertilización in vitro, ¿Qué más se podía pedir a la vida?
Kristina Koedderich y Drew Wasilewski
Pero, al cabo de dos años, algo comenzó a inquietarlos, la niña tenía rasgos parecidos a los de personas asiáticas. Ellos eran una pareja blanca estadounidense, algo no estaba bien.
Ante la duda, se sometieron a una prueba de ADN, el resultado fue contundente y desolador, existía un 0 % de probabilidad de que Drew fuera el padre.
También mostró que la criatura tenía en su composición genética un desorden sanguíneo que aqueja, especialmente, a las personas del sudeste de Asia.
Los Wasilewski presentaron una demanda en contra de la clínica, les exigen indemnizarlos económicamente porque el error cometido les ha causado un gran sufrimiento y dolor.
La pareja se afectó mucho con lo ocurrido, y finalmente decidieron divorciarse.
Kristina con su tan deseada hija
Necesitan saber quién es el verdadero padre de la niña, y Drew quiere que le digan si su esperma fue utilizado en alguna otra persona.
El Juez de la Corte Superior del condado de Essex, Keith Lynott, ordenó a la clínica que suministre el listado de todos los hombres y mujeres que hicieron uso de los servicios, durante el tiempo que la pareja demandante recibió el tratamiento.
Los abogados del instituto están reacios a entregar la lista, aducen que suministrar esa información quebrantaría la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico.
David Mazie, abogado defensor de Kristina y Drew, exige que sea entregada porque ellos tienen el derecho a saber de dónde viene su hija.
«Tienen derecho a conocer su composición genética y si hubo algún problema», dijo Mazie.
Los ex esposos, no se niegan a que una vez aparezca el padre biológico de la pequeña, pueda tener contacto con él.
Lo importante, es que estas personas aman a su niña y cuidan bien de ella. La criatura no tiene la culpa de los errores cometidos por el personal de la negligente clínica.
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