Jeanine Malave es una madre de tres niños que tuvo que enfrentar recientemente uno de sus peores miedos. Su hijo menor se llama Jariel y es un pequeño con autismo. Siente una gran curiosidad por todo lo que encuentra a su alrededor pero a veces se queda un poco ensimismado.
Un día, cuando Jeanine se encontraba con su familia en su casa, se dio cuenta de que había perdido de vista a su pequeño.
Jeanine y su familia viven en la ciudad de Nueva York.
Comenzó a mirar de un lado para otro y se dio cuenta de que algo terrible había sucedido. Jariel estaba descansando en la cama cuando comenzó a jugar con un aire acondicionado que se encontraba en la pared.
El apartamento está ubicado en un séptimo piso.
Después de ejercer un poco de presión pudo mover por completo el aparato dejando al descubierto un peligroso agujero a través del cual podía salir de su apartamento. Cuando Jeanine se dio cuenta de lo sucedido parecía que era demasiado tarde. No veía a Jariel y sólo quedaba el agujero de la pared.
“Casi me desmayo”.
A través del agujero Jariel había salido y había dado en un andamio que lo salvó de una caída fatal. Sin embargo, todavía no se encontraba fuera de peligro. El inocente bebé seguía caminando de un lado a otro sin tener idea del peligro en que se encontraba.
Fue así como Maria Espertome, una vecina, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y comenzó a entrar en pánico. Era vital actuar lo más rápido posible para poder salvar la vida del bebé.
“Dame tu mano, bebé. Dame tu mano”.
María se acercó rápidamente a la ventana y trato de convencer al bebé para que se acercara a ella. Jariel, por su condición, parecía simplemente ignorarla así que la vecina comenzó a llamar a su madre para que acudiera allí de inmediato.
Malave, que ya se había imaginado lo peor, se sintió profundamente aliviada al saber que su hijo seguía con vida. Se acercó a él desde la ventana de su vecina y lo pudo sacar de allí hasta llevarlo a un lugar seguro.
Jariel no sufrió ninguna herida.
Al parecer, el terrible accidente ocurrió porque Malave se encargó con sus propias manos de instalar el aire acondicionado sin utilizar la caja de protección reglamentaria. Explicó a los medios que se vio obligada a tomar esta medida porque las Autoridades de Vivienda habían ignorado en más de una ocasión su llamado para poder instalar el aparato.
“¿Cuántas veces tengo que llamar para decirles que necesito una caja para un aire acondicionado?”.
Afortunadamente no ha sido más que un terrible susto para la familia Malave. La angustiada madre ha decidido compartir lo sucedido para evitar que otras personas tengan que pasar por esta desgarradora experiencia.
No te vayas sin compartir esta nota para alertar a todo el mundo sobre la importancia de cumplir con las medidas de seguridad en el hogar.