La policía está en las ciudades para hacer cumplir la ley y mantener el orden y la seguridad en las calles. Sin embargo, los nobles oficiales de San Paul en Minnesota, Estados Unidos, hacen más que eso y en esta ocasión decidieron cumplir el sueño de una mujer con un cáncer terminal.
Stephanie Anderson es una enfermera que ha dedicado toda su vida al cuidado de muchas personas, con vocación y un gran corazón esta mujer ha sabido ganarse el cariño de su comunidad pero después de ser el auxilio para muchos, una dura noticia la ubicó en el papel contrario y en los últimos días ha sido ella quien ha necesitado cuidados.
A Stephanie se le diagnosticó un cáncer terminal pero lejos de afligirse, decidió dejar de lado sus temores para dedicar sus días al cumplimiento de una lista de deseos.
Todo empezó el pasado mes de agosto, cuando al enterarse de su diagnóstico, Stephanie publicó en facebook la lista de cosas que quería hacer antes de partir.
«Como la mayoría de ustedes saben, tengo un diagnóstico terminal de cáncer y estoy trabajando en mi lista de deseos. Una de esas cosas que quiero hacer es viajar junto con el departamento de policía. Cualquier persona por ahí tiene alguna sugerencia para lograr cosas, estaría muy agradecida por las sugerencias”, escribió la mujer.
Este deseo quizás infantil era una de las experiencias más anheladas por la mujer y ante esto, los policías de diversos departamentos no se pudieron resistir.
Tan solo tres horas después de hacer la publicación, Stephanie volvió a escribir para confirmar que oficiales de distintos departamentos se habían comunicado con ella para ayudarla a cumplir ese deseo.
Finalmente, el oficial de policía de St. Paul, Te Yang, fue el encargado de hacer realidad el sueño de la enfermera y complacido la buscó para darle el paseo en la patrulla.
«Me siento afortunado. Es un honor ser elegido para ser parte de su lista de deseos y mostrarte partes de la ciudad en el vehículo policial. Estoy más que feliz de llevarte conmigo», dijo Yang.
Además de este oficial, su compañero Eric Reetz también participó en la planificación del viaje y estuvo atento para responder todas las preguntas de Stephanie y hacerle el recorrido una experiencia inolvidable.
«Estos muchachos fueron increíbles, respondieron mis preguntas y ni siquiera actuaron como si fueran preguntas estúpidas. Estoy muy agradecida por su paciencia conmigo y estoy ansiosa por verlos el miércoles, cuando volvamos a salir», publicó Stephanie en Facebook, al día siguiente.
Desde que supo su enfermedad, esta mujer se ha dedicado a hacer las cosas que no había podido hacer en su vida y entre ellas destaca compartir más tiempo en casa junto a sus nietos.
Stephanie siempre fue una mujer entregada a su profesión, por esos nos alegra saber que otros amantes de su carrera se encargaron de regalarle ese pedacito de felicidad que ella deseaba.
¡Bravo por esos generosos oficiales! Cuánto quisiéramos que todos fuesen así. Comparte esta valiosa reflexión sobre aprovechar al máximo cada día de nuestra vida y ser solidarios con los demás.