Vadym Demedyuk, de 9 años, vive en Ucrania, fue diagnosticado con psoriasis agonizante, una enfermedad que afecta el 99% de su cuerpo y le causa dolores intensos con cada movimiento.
Lamentablemente el dolor es parte de su día a día, su piel está cubierta de placas escamosas, tiene grietas que sangran constantemente, sobre todo si se mueve.
A veces no puede caminar y se ve obligado a quedarse postrado en su cama durante varios días mientras pierde la oportunidad de tener la vida de un niño normal que asiste al colegio, práctica algún deporte, hace deberes y juega.
Desde hace seis años Vadym era sometido a un tratamiento médico que los especialistas decidieron suspender.
Su madre, Natalia Pilat, declaró ante los medios locales: “Hemos probado toneladas de cremas y medicamentos y nada logró ayudarlo. La piel seca se desprende de sus pies dejando heridas horribles”.
Relató que cada movimiento le causa a su hijo un dolor insoportable. Para ella es muy duro ver cómo sufre sin que pueda aliviarlo.
El pequeño recientemente le dijo: “Mamá, preferiría morir antes que vivir así”.
Desde el año 2013, la familia de Vadym buscó ayuda médica en toda Ucrania, comenzaron por la aldea natal de Shypyntsi en la región occidental de Chernivtsi y terminando en la ciudad capital de Kiev.
Aunque muchos médicos atendieron al niño y le recomendaron diversos tratamientos, ninguno hizo alguna diferencia en su condición.
“Hemos probado distintos hospitales y clínicas con médicos que reconocen que este es el caso más extremo que han visto”, dijo Natalia.
Finalmente, los médicos desistieron de buscar alternativas alegando que no tenían ninguna forma de seguir ayudando a Vadym.
“Ahora en Ucrania nadie quiere tratar a mi hijo”, dijo Natalia desconsolada.
Comentó que Vadym sueña con asistir a la escuela, pero no puede hacerlo debido a su condición, además, tiene que vivir en aislamiento. No ha podido interactuar con otros niños, hacer amigos, asistir a celebraciones de cumpleaños o simplemente jugar en un parque.
“Él tiene miedo de salir y conocer a las personas, tiene temor de que lo miren y lo señalen por su apariencia. Vadym no tiene amigos y socialmente se siente muy incómodo”, dijo Natalia.
Tras el rechazo de los médicos de Ucrania para ofrecerle un tratamiento al niño, su familia ha comenzado a buscar ayuda en otros países, están estudiando la posibilidad de que sea atendido en una clínica de dermatología israelí.
“Los médicos de Israel prometen aliviar la condición de Vadym y dicen que podría ir a la escuela y tener una vida normal”, dijo Marta Levchenko, voluntaria de una organización benéfica que ayuda al niño y a su familia.
Gracias a la solidaridad de muchas personas que se sumaron a donar en una campaña de recaudación de fondos, han reunido 56.200 euros para pagar el tratamiento de Vadym.
Afortunadamente, su familia ha recuperado la esperanza y esperan que pronto puedan viajar a Israel para que Vadym pueda ser atendido.
Antes de quejarte por cualquier problema que tengas, piensa en los niños que como Vadym, todos los días libran una dura y dolorosa batalla. Comparte esta emotiva historia.