Lauren Cotter es una amorosa madre. Sin embargo, cuando era una adolescente recibió un desalentador diagnóstico y le aseguraron que contaba con muy pocas probabilidades de lograr formar una familia.
Lauren nació con una condición conocida como útero doble. Se trata de una anomalía congénita que afecta a una de cada tres mil mujeres y hace que la mujer tenga dos cuellos uterinos separados.
Lauren tiene actualmente 34 años.
Cuando conoció a Ben decidió ser completamente sincera con él y le explicó que quizás no podría convertirse en madre. La pareja decidió casarse y se sintieron reconfortados ya que sabían que había muchas otras formas de convertirse en padres. Por suerte, las cosas resultaron mucho más sencillas de lo que esperaban.
“Decidimos intentarlo pero sin permitirnos demasiadas expectativas”.
Ben y Lauren comenzaron a buscar su primer bebé y después de tan sólo un mes recibieron la noticia que tanto habían temido que no escucharían: Lauren estaba embarazada.
Debido a su condición, podría ser un embarazo de alto riesgo pero el bebé Harvey nació completamente sano y salvo. Un año después dieron la bienvenida a su segunda bebé y la linda Amelie tuvo la misma suerte de su hermano mayor.
Lauren tuvo su primer hijo con 28 años de edad.
Parecía que la pareja ya había roto con todos los pronósticos negativos, pero la vida todavía les tenía una gran sorpresa preparada. A pesar de que Lauren comenzó a utilizar un implante anticonceptivo volvió a quedar embarazada un par de años después. Una visita al ginecólogo los dejó completamente en shock: tendrían gemelas.
Cuando era adolescente, Lauren recibió una cirugía en la división de sus dos úteros para poder tener relaciones.
A partir de las 19 semanas de gestación, los doctores le recomendaron reposo absoluto. Para evitar mayores dificultades, las pequeñas nacieron a través de cesárea y sus padres tuvieron que pasar terribles momentos de angustia. Maya nació completamente saludable pero Evie tuvo que ser trasladada de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Evie nació con sus intestinos en la cavidad torácica.
Días después de su nacimiento recibió una delicada cirugía en donde los médicos calcularon que sólo tenía un 50% de probabilidades de sobrevivir. Por suerte, esta hermosa familia parece tener una gran experiencia en las batallas venciendo los peores pronósticos.
La familia vive en la ciudad de Melbourne en Australia.
La dulce bebé tuvo una recuperación milagrosa y Lauren ya se encuentra en casa junto a sus 4 bebés. A pesar de que siempre le dijeron que esto no era posible; logró su sueño de convertirse en madre.
No te vayas sin compartir esta nota que demuestra que siempre hay esperanzas.