Para quienes ejercer la medicina, el margen de error en su labor no debería existir, una simple falla podría costar muy caro. Todos los profesionales de salud tienen la vida de las otras personas en sus manos.
Recientemente ocurrió en Kazajstán, un caso de negligencia médica que ha estremecido al mundo.
Se trata de un bebé que presuntamente nació sin vida, fue declarado muerto por los médicos del hospital, pero horas después, en la morgue, los funcionarios vieron que el niño movía el pie.
Demostró tener signos vitales y debería haber sido auxiliado por los médicos quienes le colarían oxígeno o un respirador artificial de ser necesario.
Pero los doctores que presenciaron el hecho decidieron ser indiferentes. Les convenía introducir el cuerpo del menor en las cámaras de la morgue, donde finalmente él perdió la vida. Así no tendrían que asumir el error de declararlo muerto y corregirlo.
Dos médicos han sido acusados de negligencia y por dejar morir al niño solo porque “ya tenían el papeleo listo”.
Fue justo en el momento en el que iban a meter al niño en la cámara de frío que se percataron de que tenía vida porque movía sus piernas. Pero, lejos de sacarlo y ofrecerle atención médica, el médico jefe del área, Kuanysh Nysanbaev, le dijo a su compañero, de quien no se conoce la identidad, que continuara con el procedimiento como tenían previsto.
Al doctor Nysanbaev, las autoridades policiales lo estaban investigando por un presunto caso de soborno. Su teléfono móvil estaba intervenido, y escucharon una conversación en la que habló sobre el caso del niño.
“El bebé murió en el refrigerador”, confesó el doctor en una conversación telefónica.
El jefe de policía anticorrupción Shyngys Kabdula, informó en una rueda de prensa: “Después del nacimiento, el bebé fue registrado de forma negligente como un niño fallecido. Después de dar señales de vida, los médicos en lugar de tomar medidas urgentes actuaron según la declaración emitida. Dijeron que había nacido sin vida y lo metieron en la morgue”.
Según las investigaciones, el pequeño falleció después que lo ingresaron en el congelador de la morgue.
El personal sanitario quiso corregir el error en el ordenador. El centro hospitalario donde sucedió el hecho emitió un comunicado para disculparse con la familia del menor. Informaron que tomarán represalias, y los responsables se enfrentarán a la justicia, podrían ser condenados a 20 años de prisión.
El doctor Nysanbaev y el obstetra, fueron quienes decidieron dejar al bebé en la morgue porque en la base de datos del hospital ya había sido declarado muerto y no deseaban corregirlo.
La directora regional de salud, Manshuk Aimurzieva, aseguró: “Tal acusación contra los médicos me aterra”.
El viceministro de salud, Lyazzat Aktayeva, se pronunció sobre el caso y dijo: “Pido disculpas a la familia, sobre todo a la madre del niño”.
Los médicos implicados en el caso de negligencia fueron detenidos en espera de la investigación. El doctor Nysanbaev, fue acusado de sobornar a funcionarios para encubrir errores médicos y obtener lujosas vacaciones en el extranjero.
Este doctor y su colega no deberían volver a ejercer jamás su carrera sino permanecer tras las rejas. Nada podrá consolar a la familia de este bebé que fue víctima de su negligencia y crueldad. Comparte este caso.