Aunque a veces el tamaño de la fama hace que algunas celebridades parezcan inalcanzables para el común de los mortales.
Lo cierto es que esta visión que tenemos es parte de un mito encarnado, ya sea por una estrella del cine y la televisión, la música y las artes o, como veremos en nuestra historia de hoy, uno de los más grandes astros del deporte de todos los tiempos: el señor Michael Jordan.
El inmortal jugador inauguró recientemente la Clínica Médica Familiar Michael Jordan de Novant Health, en la ciudad de Charlotte, Estados Unidos, que es la primera de dos que tanto él como su familia ayudaron a construir desde sus cimientos y que brindarán atención primaria a personas con escasos recursos
Sin embargo, en un emotivo gesto, el “Mago de Aire” y seis veces campeón de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA, por sus siglas en inglés), no pudo ocultar el llanto de emoción cuando, en medio de su discurso comenzó a agradecer a la vida por permitirle poder retribuir de alguna forma todo el cariño y el respeto de un público de miles de millones de almas que siguieron cada una de sus hazañas bajo el tablero.
El también dueño de los Charlotte Hornets, equipo de la NBA, donó 7 millones de dólares para el proyecto que comenzó hace algunos años, concretamente, en 2017.
Aseguró no ceder ante su compromiso de seguir ayudando a toda una comunidad que le apoyó y para la que hoy sigue siendo el héroe que fue, eso sí, ahora sin pantaloncillos cortos, sino vestido de traje y corbata.
“Hago esto en agradecimiento… No puedo pagar lo que realmente me han dado, pero es un comienzo. Es algo muy emocionante poder devolverle a la comunidad todo lo que me dio a lo largo de los años, desde cuando jugaba al básquetbol hasta ahora que soy parte de ella. El dinero no importa, el nombre tampoco. Lo que sí importa es el compromiso que he asumido cumplir”, destacó Jordan, visiblemente emocionado.
Mientras sucedían las declaraciones del basquetbolista, la nueva clínica ubicada en un área bastante agobiada de la ciudad, anunciaba con bombos y platillos su apertura al público en las redes sociales.
Esta obra altruista del deportista permitirá el tan anhelado acceso médico de atención primaria y preventiva para los más necesitados, con lo que se abre, más que una esperanza, la posibilidad de hacer llegar una mano amiga a tantas personas, como estrellas en el cielo, si es posible.
Fue un grande dentro de la cancha, pero es un gigante fuera de ella, ya que su acción solidaria salvará cientos de vidas que merecen una nueva oportunidad y por eso se ha ganado la admiración del mundo.
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