La actriz Megan Fox protagoniza un escándalo desde que han salido a la luz las imágenes de su hijo Noah utilizando vestidos. Ante la ola de comentarios que ha generado su decisión, ofreció declaraciones al respecto.
Aseguró que su hijo de seis años siente inclinación por usar vestidos de princesas y ha demostrado su pasión por la moda.
Ella le permite expresarse libremente sin tomar en cuenta las presiones de los estereotipos establecidos por la sociedad.
La polémica comenzó desde que Megan publicó una imagen de su hijo Noah usando un vestido en su perfil de Instagram, muchos usuarios se manifestaron con comentarios negativos sobre la reacción de la madre ante el deseo de que su hijo use atuendos de niña.
Ella argumentó que lo único que quiere es que él aprenda sentir confianza en sí mismo restándole importancia a las opiniones de las demás personas. Confesó que ha sido señalado en el colegio por quienes lo enfrentan para decirle que los niños no deben utilizar vestidos.
El esposo de Megan, el actor Brian Austin Green, también se pronunció para defender el estilo de vestir de Noah.
Aunque el niño ha sido blanco de burlas en su clase porque la mayoría de las personas cuestiona que utilice ropa femenina, él se mantiene firme en su decisión, les dice a sus padres que le fascina utilizar los vestidos.
Sobre todo, los de las princesas de Disney, en diversas fotos de la familia el pequeño aparece usando sus atuendos favoritos.
En una entrevista que Megan ofreció conversó acerca de su hijo Noah y el desafío al que se ha enfrentado en su clase y la sociedad.
La actriz confesó que cada mañana su hijo se dedica a elegir cuáles prendas de ropa puede utilizar y ella no interfiere en su decisión para ofrecerle completa libertad y confianza.
Megan y Brian emplean un tipo de crianza que en estos tiempos adquiere más auge, conocida como de género neutro o fluida, en la que los padres otorgan libertad a los hijos de elegir con cuál genero se sienten cómodos sin ejercer ningún tipo de presión.
“Hace unos días Noah se puso un vestido para ir a la escuela y cuando regresó a casa le pregunté: ‘¿cómo te fue? ¿Alguno de los amigos de la escuela te dijeron algo?’ Y él me dijo: ‘Bueno, todos los niños se rieron cuando entré a clase, pero no importa, me encantan los vestidos”.
Lo que pretenden los padres de Noah es que no permita que su forma de pensar, de sentir, o vestir se vea influenciada por las críticas de los demás. Comparte y comenta tu opinión.