La gimnasia es un deporte fascinante pues deja al descubierto cómo el cuerpo humano es capaz de adaptarse a posiciones impensables.
Pero todos sabemos que detrás de cada maniobra y la elegancia de los movimientos, hay muchas horas de entrenamiento y esfuerzo para lograr el más mínimo avance. A pesar de todo el sacrificio, para algunos atletas el cielo es el límite pues nada parece detenerlos.
Un ejemplo claro de esto es la cuatro veces campeona nacional, Chelsea Werner.
Esta chica de 22 años no sólo ha roto la barrera de las dificultades que acarree esta disciplina, sino las “limitaciones” que otros podrían ver en su propio cuerpo a partir de su condición.
Chelsea, una chica con síndrome de Down pero con un espíritu indomable jamás ha visto su condición como una limitación.
La joven de California, Estados Unidos, comenzó a practicar gimnasia como parte de sus terapias para mejorar su bajo tono muscular, un síntoma de su diagnóstico médico.
La intención era que esta disciplina deportiva le ayudara a fortalecer su musculatura pero sólo cuatro años después, Chelsea estaría participando en las Olimpiadas Especiales.
Lo que comenzó como una simple terapia se convirtió en su pasión y cuando sus padres lo notaron decidieron apoyarla. Fue en ese instante que contrataron al entrenador profesional, Dawn Pombo.
En principio, el asunto estaba lejos de pintarse color de rosas pues Pombo le exigió a Chelsea el mismo compromiso y aplicó el mismo rigor que a cualquier otro atleta. Sin duda, el asunto se convirtió en un gran desafío de superación para ella.
«Les dije a sus padres: ‘Voy a tratar de enseñarle, ya saben, una fuente de apoyo. Ellos dijeron, ‘Oh, no hay manera. ¿Estás bromeando?’ No, creemos que ella pueda hacerlo», dijo Pombo.
Chelsea comenzó a entrenar hasta por 16 horas diarias con descansos regulares y tuvo que lidiar con constantes dolores abdominales producto del intenso trabajo. Sin embargo, la joven jamás tiró la toalla y a sus 22 años se han convertido en un gran ejemplo para muchos.
Chelsea ha logrado ser campeona durante cuatro años de las Olimpiadas Especiales de su país.
Además de estos logros también resultó invicta en el Campeonato Mundial de la Fundación Internacional del Síndrome de Down y apareció como invitada especial en el campeonato de gimnasia femenina de la NCAA de este año.
Ahora, la joven está experimentando una nueva faceta en su vida y está rompiendo paradigmas en el mundo del modelaje.
¡Y vaya que lo está haciendo con fuerza!
Chelsea apareció en la portada de Teen Vogue de este año y participó en la Semana de la Moda de Nueva York. Además, ha tenido contratos con diversas marcas. Pero su interés por este mundo no nació de la noche a la mañana, según contó ella misma.
“Siempre me ha encantado estar frente a la cámara, de allí es de donde obtuve el apodo ‘Showtime’. Cada vez que hay una cámara o una audiencia estoy en mi mejor momento. También me encanta viajar. Mi primer trabajo de modelaje fue para H&M y lo hice en La Habana, Cuba”, declaró con orgullo la atleta y modelo.
Esta chica esta clara en que su historia sirve de inspiración a muchas personas, especialmente a aquellas que integran su comunidad o sufren algún tipo de condición, así que está decidida a seguir inspirando.
“¡Me encanta! Muchas veces lo escucho de padres de niños pequeños. ¡Si puedo ayudar a darle esperanza a alguien, eso me hace muy feliz y orgullosa!”, confesó Chelsea.
El camino que ha recorrido esta joven es realmente grandioso. Es cierto que su entrenador fue de gran ayuda para su progreso pero ha sido su propia determinación la pieza clave para no dejar que su condición se interpusiera ante sus metas y grandes sueños.
Comparte la historia de esta gimnasta e inspira con su ejemplo a todos tus conocidos. ¡Que el miedo nunca apague nuestros sueños!