Algunas actividades las realizamos tan mecánica y sistemáticamente que nunca pensamos que algo grave nos puede pasar, sin embargo, para nuestra protagonista, el solo hecho de secarse la cara con una toalla la marcó de por vida.
Claire Willis es una mujer de 45 años, estaba de vacaciones con su esposo en Timothy en Turquía en un cómodo hotel, su esposo estaba preparando la habitación mientras ella se duchaba, al salir, secó su cara con una toalla cuando sintió un “estallido” seguido de una visión borrosa.
Entre el miedo y la desesperación querían descartar lo peor.
Willis asegura que el dolor fue insoportable, rápidamente buscaron un espejo temerosos de lo peor, que su globo ocular se hubiera salido de su cuenca.
Por un momento la mujer perdió la visión totalmente, su ojo estaba muy rojo así que su esposo se dispuso a llevarla al centro clínico más cercano. Al llegar, los médicos le dijeron que se había perforado la córnea recomendándole volar de regreso a casa. Devastada por lo que estaba sucediendo, Claire no comprendía cómo había llegado a tanto.
Claire es de Stoke-on-Trent, Staffordshire.
En cuestión de horas estaba en un vuelo de regreso a casa con una gran venda que cubría el ojo y parte de su cara, para la madre de dos hijos fue algo que ella describe como “mortificante”, tan rápido como aterrizó fue directamente al Hospital Universitario Royal Stoke.
El personal se sorprendió cuando vieron el estado crítico en que se encontraba el ojo, durante el vuelo el ojo se había infectado por completo.
Los médicos intentaron combatir la infección durante 9 días.
El oftalmólogo señala que Claire tenía una cornea más delgada de lo normal, a pesar que los médicos intentaron combatir la infección no pudieron hacer nada siendo necesaria una amputación. Al respecto la Claire señala:
No hubo forma de salvar mi vista, pero el cirujano decidió realizar una extracción parcial de mi globo ocular en un lugar de una completa. Me quitó la parte media del ojo, la retina y la córnea, y colocó un caparazón cosmético sobre el cristalino del ojo”.
Afortunadamente, la cirugía se realizó con éxito y al día siguiente fue dada de alta, durante ocho días tuvo que mantener los vendajes, solo hasta entonces Claire pudo ver el resultado definitivo de la extracción.
Para ella no ha sido nada fácil enfrentar esta realidad, pero cuenta con todo el apoyo de su esposo e hijos. De manera lenta, pero segura, ha aprendido a superar sus miedos y a sentirse más segura.
Tiene dos hijos, Ben de 22 años y Daniel el de 20.
Claire señala que no oculta su ojo a pesar de que algunos niños se pueden asustar, no usa gafas de sol, y solo usó parches los primeros días. Actualmente está esperando que su cavidad sane por completo para obtener una prótesis, no sabe cuánto tiempo le llevará pero señala que se mantiene positiva.
Ayúdanos a compartir la nota para que todos vean el gran ejemplo de aceptación y superación de una mujer que enfrenta una realidad que nunca se imaginó vivir.