Con solo 2 años en este mundo la pequeña Grace Rosian le está demostrando a la vida que a pesar de las dificultades ella está dispuesta a sobreponerse y no dejarse vencer. La niña de Strongsville, Ohio, nació prematura y con síndrome de Down el 24 de octubre de 2016.
Además, de esto, al nacer lo médicos descubrieron que Grace sufría de leucemia y sólo con dos días de vida recibió su primera quimioterapia.
La situación fue bastante difícil para toda la familia y de forma especial para la madre de Grace, Valerie Revell-Rosian, quien sufrió un paro cardíaco durante la cesárea de emergencia y estuvo al borde de la muerte.
“Cuando nació Grace, los médicos nos hicieron saber que tenía síndrome de Down y que también tenía una forma de leucemia que es típica en niños con Síndrome de Down. Nos quedamos impactados. No creo que haya tenido un golpe tan duro en el estómago”, dijo Valerie.
Grace nació dos meses antes de la fecha estipulada y pesó sólo 1 kilo 800 gramos. Así de indefensa debió enfrentarse a las quimioterapias en el Cleveland Clinic Children’s Hospital, para librarla de la leucemia mieloide aguda con la que fue diagnosticada.
La enfermedad se caracteriza por el rápido crecimiento de células anormales que se acumulan en la médula ósea y la sangre e interfieren con las células sanguíneas normales.
Dos meses después de nacer, Grace fue declarada libre de cáncer y logró regresar a su casa pero tristemente la cruel enfermedad regresó al poco tiempo.
“Ella realmente se enfermó. Comenzó a perder su cabello y se descompensó. Tendría vómitos y diarrea muy fuertes. Se sentía como si estuviera cargando un peso en mi pecho”, describió Valerie.
Grace pasó 8 meses en el hospital y recibió 10 procedimientos de punción lumbar durante su segunda quimioterapia. Pero su fortaleza fue mayor y a principios del 2018 la pequeña entró en remisión.
«Incluso cuando su cuerpo estaba maltratado por la infección o los efectos de la quimioterapia, Grace tomó los tratamientos como una campeona», dijo el Dr. Rotz, un oncólogo pediátrico en el hospital.
Por más de un año, la pequeña ha estado recibiendo terapia y está aprendiendo lenguaje de señas. Grace no se da por vencida y su madre tampoco, Valerie logró que la niña recibiera un conjunto de implantes cocleares que le cambiaron la vida.
Ahora esta luchadora y vencedora del cáncer está más aferrada a la vida que nunca.
Grace es una niña feliz que disfruta mucho jugar con sus hermanitos. Valerie ha querido que su historia sea compartida para que sirva de fortaleza y ejemplo a otras familias que pasan por una situación igual o más complicada.
Por favor comparte esta nota y que el rostro y la alegría de Grace sea el mejor ejemplo de valentía para muchos. ¡Bendiciones guerrera!