Gary Smart comenzó a planear su boda con Laura el año pasado. Gary y Laura había se conocían desde que eran adolescentes. Siempre habían sentido una conexión muy especial pero perdieron el contacto y se reencontraron una década después.
Ahora estaban más seguros que nunca de que querían pasar el resto de su vida juntos. No podían imaginar que una terrible enfermedad se llevaría a Gary sorpresivamente.
Gary enfermó con apenas 33 años de edad.
Un día, Gary llegó del trabajo con un fuerte dolor en la espalda y molestias en el pecho. Pensaron que no se trataría de nada grave, pero con el paso del tiempo comenzó a perder mucho peso y ya no podía conciliar el sueño en las noches.
Decidieron ir al médico y una prueba de rayos X reveló que había fluidos en sus pulmones. Las pruebas también habían revelado algo extraño; pero como no estaban seguros de qué se trataba ordenaron una biopsia.
“Seguía sintiendo mucho dolor. No podía comer bien y se encontraba demasiado débil”.
Mientras esperaba los resultados, Jonathan volvió a casa, pero un par de días después las cosas no hicieron más que empeorar. Para estar seguros, acudieron a otro médico y allí recibieron la peor de las noticias.
Lo primero que hicieron fue fijarse en una serie de bultos que habían aparecido en su cuerpo y en sus ganglios linfáticos. Cuando finalmente llegaron los resultados de la biopsia descubrieron que Jonathan estaba sufriendo un agresivo cáncer.
Gary tenía 6 hijos, mientras que Laura tenía una niña-
Para el momento en que los alarmante síntomas comenzaron a aparecer ya era demasiado tarde. Se trataba de un cáncer terminal y Jonathan contaba con tan sólo un par de días para vivir.
Fue entonces cuando explicó a los médicos su sueño de casarse con Laura. No sería nada fácil organizar una boda con su delicado estado de salud; pero todos decidieron ayudarlo y le prepararon una ceremonia muy especial.
El cáncer de Jonathan afectó principalmente sus pulmones.
Obtuvieron un licencia especial de casamiento y se reunieron en el pabellón para invitados. Más de 20 familiares y amigos fueron testigos del emotivo momento y lograron celebrar su amor justo horas antes de que Jonathan perdiera la vida. De alguna manera, se trató de una despedida verdaderamente hermosa.
La pareja incluso ofreció un buffet para los invitados.
Nos unimos a la familia Smart en estos momentos tan dolorosos. Esperamos que sus 6 hijos y su Laura siempre lo recuerden con la gran sonrisa y el buen humor que lo caracterizaba.
Comparte esta nota para honrar la memoria de Jonathan. Esta no era la boda que tenían planificada pero lograron celebrar su amor de una manera muy conmovedora.