Seguramente te resultará conocido el refrán “mejor solo que mal acompañado”. Y es que no hay mejor decisión que la de elegir la soledad antes que estar en contacto con personas tóxicas. La ciencia lo confirma y la actriz y activista estadounidense Emma Watson, lo reafirma.
Emma Watson Feliz y más fuerte que nunca a sus 30 años
Resulta que la joven estrella de la gran pantalla está próxima a llegar al tercer piso de su vida, ya que el próximo 15 de abril cumplirá los 30 años, década muy temida por muchas mujeres que, a partir de esa edad comienzan a sufrir más presiones de lo normal por parte de la sociedad.
“Vas a cumplir los treinta y no te has casado, mira que se te va el tren y ese no vuelve”, y otras tonterías como esa son las que tienen que escuchar.
Sin embargo, para Emma ninguna de estas críticas posee la menor importancia, ya que dice sentirse plena “emparejada” consigo misma. Eso es tener actitud y seguridad. ¡Enhorabuena!
“No entiendo por qué muchos crean un escándalo cuando están a punto de llegar a los 30. Me siento estresada por todos los mensajes que hay a mi alrededor», expresó Emma Watson.
Según la actriz, existen muchos prejuicios absurdos en torno a las mujeres cuando llegan a los treinta años, tantos que incluso llegan a generar estrés en las damas desde que cumplen 29 y se pasan todo el año comiéndose la cabeza con pensamientos inútiles tales como: “tengo treinta y no tengo un bebé o un hogar”, “no tendré nada seguro en la vida”, etc.
“Cumplí 29 y fue como: ‘Dios mío, estoy tan estresada y ansiosa’. Me di cuenta de que se debía a los abundantes mensajes que me llegaban por todas partes”, añadió la Watson.
Actualmente, la activista no tiene pareja. En su momento pensó que sería desdichada siendo soltera, pero se dio cuenta de que es completamente falso.
Ya lo decían los antiguos griegos: “todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices”.
Sin embargo, en muchas ocasiones, el camino para alcanzar esa máxima se nubla o se vuelve cuesta arriba. Más aún cuando uno no se permite ser feliz en su cuerpo, con sus propias circunstancias, contexto y realidades personales.
Es mucho más inteligente la decisión de Emma, quien eligió ser feliz consigo misma antes que vivir amargada y rodeada de personas que en vez de sumar, restan.
Podemos elegir, así que hagámoslo bien. Porque nuestra felicidad importa y no tenemos tiempo que perder en tristezas, en malos momentos y en personas que nos hagan sentir mal o desdichadas.
Comparte esta historia con tus mejores amigos, seres queridos y familiares, siéntete feliz de ser quien eres, siéntete orgulloso de estar vivo, pero eso sí, a la hora de la verdad no lo dudes: mejor solo que mal acompañado.