Los llamados revendedores son, en su mayoría, individuos u organizaciones que buscan generar ganancias al rentar o comprar productos y servicios a bajo precio, para después revenderlo a otros consumidores y así obtener utilidades de ello.
El mercado de revendedores es conocido como uno de los más salvajes que existen por el papel que juegan en la pérdida y, en algunos casos, el cierre de diferentes empresas.
Krispy Creme, una empresa de donas con muchos años en el mercado, encendió las alarmas al enterarse de que un joven viajaba cada fin de semana una distancia de 430 kilómetros, desde Minnesota a Iowa y de regreso, solo para revender sus donas por hasta 20 dólares, lo cual representaba un riesgo para la imagen de la empresa, en vista de lo cual, sus directivos decidieron acabar con el hasta ahora pujante negocio.
“Nuestra principal preocupación es que las donas que Jayson venda mantengan nuestra alta calidad de producto, debido a la distancia y manera en la que lo transporta y distribuye”, aseguró la empresa.
El joven adquiría al menos cien cajas de donas Krispy Kreme, para después venderlas por docena a su cada vez mayor número de clientes, ya que en su estado natal la compañía dejó de operar hace 11 años.
Sin embargo, el motor de Jayson González no era, ni mucho menos, hacerse rico a costa de una empresa de donas. Su verdadera motivación era muy distinta.
El joven emprendía todos los fines de semana ese largo periplo, para dedicarse los días restantes a ganar el dinero suficiente para costear sus estudios en la Universidad Estatal Metropolitana.
Al hacerse pública la noticia, la compañía, realizó un giro de 180 grados en su accionar contra el emprendedor, y en apoyo a su coraje y constancia en favor de su educación, decidió donar seis mil unidades de donas, es decir, unas 500 cajas para ayudar a que Jayson logre su mayor meta: estudiar en la universidad del estado.
“Estamos felices de trabajar con Jayson como un operador independiente para asegurar una entrega constante de nuestras donas de alta calidad para nuestros fans en Minnesota. Le deseamos a Jayson un gran éxito y estamos encantados de ayudarlo con 500 docenas de donas cuando reanude su negocio”, añadieron los directivos de Krispy Kreme.
Y es que Jayson, no es tonto. Él sabe que vivimos en una sociedad que está en constante cambio y que exige tener cada vez más conocimientos, por lo que estudiar y formarse, es fundamental.
Su deseo de mejorar y ser una persona exitosa nos demuestra que cuando se quiere, se puede.
Comparte esta fabulosa historia de lucha por los sueños con tus mejores amigos y gente más querida. Aplaudimos el solidario gesto de esta empresa y sobre todo, la iniciativa del joven.