El ritmo de vida moderno lleva a muchos padres a dejar a sus hijos en guarderías a temprana edad. Las obligaciones laborales hacen que esto sea cada vez más común y cotidiano, así que los padres buscan para sus criaturas lugares seguros y de confianza en los cuales puedan dejarlos con los ojos cerrados.
Sin embargo, el dolor de una madre desconsolada por el fallecimiento de su pequeño niño de 19 meses ha tocado el corazón de muchos y les ha enviado una alerta a todos los padres sobre las personas con la que dejan a sus hijos.
Cuando Star Jones dejó a su pequeño Symhir Penn de un año en su guardería, el pasado 23 de octubre, jamás imaginó que esa sería la última vez que lo viera con vida. El pequeño de Mesa, Arizona, perdió la vida a causa de un sándwich de pavo que comió durante el almuerzo.
Al parecer el niño se habría atorado con el alimento y su cerebro se quedó sin oxigeno durante mucho tiempo causando su fallecimiento.
Ese día, la madre de dos se encontraba en su trabajo cuando recibió una llamada de una trabajadora de la guardería llamada Tiffany. Esta le comunicó que el pequeño se había ahogado con un sándwich durante el almuerzo pero que la ayuda ya iba en camino.
«Seguí preguntándole: ‘¿Está bien mi bebé? ¿Está bien? Él está bien. Sí, le están sacando la comida de la boca. Todavía le están sacando la comida de la boca. Está bien‘”, recordó Jones, acerca de la llamada.
La madre no sabía la gravedad del asunto, pues la mujer al teléfono le aseguró que todo estaba bien.
Sin embargo, cuando el pequeño Symhir llegó a la emergencia del hospital ya era demasiado tarde y no pudo ser salvado. El bebé murió asfixiado con el trozo de emparedado.
La señora Jones perdió a su hijo menor mientras este estaba a cargo de una guardería que ella consideraba “confiable”. El pequeño había estado en el cuidado desde el verano pasado y su madre creía que el lugar estaba certificado en RCP.
Sin embargo, tras el interrogatorio realizado por las autoridades, la dueña del lugar admitió que su licencia había expirado hace mucho tiempo.
Ahora la devastada madre ha decidido hablar sobre su caso para alertar a otros padres. La Sra. Jones ubicó la guardería a través de una publicidad en Internet y después de un chequeo creyó que todo era seguro. No tenía cómo imaginar que los operadores de la guardería no habían aprobado su capacitación en RCP.
Este vídeo fue grabado el día anterior de haber fallecido el pequeño Symhir Penn.
Symhir tuvo su último adiós el primero de noviembre en Oakland, California, de donde es la familia de su padre. Más de 11.000 dólares en donaciones recolectadas a través de una campaña de GoFundMe ayudaron a la familia a trasladar el cuerpo del niño a la costa oeste. Sin embargo, nada podrá aliviar el dolor que sienten ante tan lamentable perdida.
Por favor comparte esta historia y alerta a todos los padres para que investiguen bien el lugar en el que dejan a sus hijos. En este caso se pagó con el costo más alto, la vida del niño.