El pasado viernes 15 de noviembre, cuando faltaban tres horas para que un vuelo de Air Europa que salió de Madrid aterrizara en Buenos Aires, una pasajera sufrió un ataque de epilepsia.
La tripulación pidió asistencia médica, así fue como intervinieron cuatro amigos de Sevilla que trabajaban como residentes en el hospital de Valme de esa localidad.
Sobrevolaban el océano Atlántico cuando sucedió el incidente que se convirtió en una experiencia aterradora para los jóvenes que se disponían a disfrutar de sus vacaciones.
“Vivimos una situación angustiosa, pero gracias a Dios tuvo un final feliz”, dijo uno de ellos.
Panchi Sánchez, madre de Santiago Gómez, uno de los médicos que contribuyó para salvar a la pasajera, relató que se siente muy orgullosa de la hazaña de los jóvenes.
Santiago está en el segundo año de MIR, en la especialidad de anestesista, José Miguel Carreño, es residente de quinto de cardiología, Mario López, estudia tercer año en la especialidad de anestesista y Antonio Guzmán del Castillo cursa tercer año de psiquiatría.
La madre de Santiago quiso difundir el hecho ante los medios de comunicación. “No quería que informara a la prensa, pero ¿cómo me callo yo esto?”, confiesa.
Relató que cuando una de las azafatas preguntó si había un médico en el avión los cuatro se levantaron de su asiento. La pasajera estaba convulsionando y el avión no tenía la posibilidad de aterrizar en un destino cercano.
La joven no respiraba, estaba en estatus epiléptico, los jóvenes iniciaron maniobras de reanimación y le dieron soporte de ventilación, explicó Panchi, que es enfermera.
“Le colocaron una vía para administrarle la medicación que necesitaba, que presumo que estaba en el avión, porque ellos no tenían más fármacos que los que podrían necesitar para afecciones comunes”, continuó la madre del joven.
“Santiago me llamó eufórico, la intervención de los cuatro fue fundamental porque es posible que la joven no hubiera superado el ataque. Los pasajeros no paraban de aplaudirles cuando finalmente la pasajera reaccionó. Les regalaron lo que tenían a mano, hasta las botellitas que te dan en el avión”, relató Panchi.
Afortunadamente este caso terminó con un final feliz, cuando aterrizaron en el aeropuerto de Buenos Aires la joven había recuperado la consciencia, comentó que su viaje era por trabajo.
Los cuatro amigos médicos, tienen entre 27 y 30 años, y esa fue la primera vez que se enfrentaron a una emergencia similar.
Ni siquiera habían presenciado un caso parecido en Urgencias, pero a pesar de su inexperiencia, lograron superarlo de manera exitosa.
Cuando el avión aterrizó en la capital de Argentina, un equipo de médicos esperaba en una ambulancia en la pista que trasladó a la joven al hospital.
Los sevillanos siguieron su camino satisfechos de haber contribuido para salvar la vida de la joven. El mes que viene regresarán a España. Comparte este extraordinario gesto.