La vida es difícil para cualquier inmigrante que busca vivir dignamente en los Estados Unidos, sobre todo ahora que las leyes sobre migración de dicho país se han vuelto tan intolerantes. Por suerte, al menos para uno de los millones de inmigrantes que hay, las cosas salieron bien y ahora podrá vivir tranquilo en ese país en compañía de sus seis hijos.
Eduardo Chamú, originario de Guerrero, México, quien emigró a Estados Unidos en 1992, ya consiguió su residencia permanente en ese país, después de mucho esmerarse por lograrlo.
Desde que la esposa de Eduardo lo abandonó con sus seis hijos, el padre soltero se ha esforzado mucho más por lograr ofrecerles una buena vida a sus hijos, y por buscar ganarse la residencia, para así poder vivir tranquilo.
“Hacerse cargo de seis hijos estadounidenses es razón suficiente para que lo reconozcan como ciudadano, qué bueno que no se dio por vencido”, comentó un internauta.
Desde que Eduardo migró en 1992, siguió todos los procedimientos para poder recibir su residencia permanente, pero el notario que lo representaba no resultó ser muy competente, y por dicha razón en 2004 recibió una orden de deportación.
Después de esto recibió un segundo golpe, ya que en 2009 su esposa lo abandonó, dejando a su cuidado a sus seis hijos, quienes tienen entre tres y 12 años, por lo que Eduardo tuvo que asumir el rol de padre y madre a la vez.
Eduardo seguía empeñado en ganarse la residencia en el país, por lo que se puso en contacto con expertos en migración, quienes comentaron que su caso era muy particular, ya que generalmente las mujeres son quienes son abandonadas y llevan la responsabilidad de responder por sus hijos.
Pero ya que el abandonado era él, siguieron su caso y en junio del año pasado un juez entrevistó a sus hijos, y sus declaraciones fueron cruciales para que los jueces fallaran a su favor.
Eduardo con su abogado de migración, Eric Price
“Estoy muy contento de haber obtenido mi residencia, ya puedo vivir sin miedo por no tener papeles, ahora podremos vivir tranquilos”, declaró Eduardo.
Eduardo seguirá trabajando fabricando materiales para la construcción, de los cuales se siente muy orgulloso, pues presume que le compran hasta para construir mansiones en Beverly Hills.
“Eduardo ganó su caso por los méritos que hace al cuidar solo a sus hijos, es un padre excepcional”, declaró Eric Price, abogado de Eduardo.
Él y sus hijos celebraron el inicio de su nueva vida con una carnita asada, y rodeados de amigos cercanos.
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