La hija de Kevin Duke estaba a punto de cumplir 16 años, y él decidió regalarle el auto que tanto quería, en Estados Unidos, los jóvenes de esa edad comienzan a conducir, la tendencia es que tengan autonomía para trasladarse.
Así que Kevin compró un Ford Fusion de segunda mano con el que sorprendería a su hija. Lo que nunca pensó es que encontraría en el interior de la guantera una carta que revelaba un secreto.
En el sobre decía que la carta estaba dirigida al nuevo propietario del auto, cuando la leyó se arrepintió de haberlo comprado, aunque estaba en perfectas condiciones.
“Estaba dando vueltas y probando el auto, cuando abrí este compartimiento de almacenamiento en la parte superior del tablero (que ya había abierto docenas de veces). Estaba claro que el dueño anterior había escondido algo allí porque en el sobre decía: ‘información importante en el interior’”, relató Kevin.
Esto es lo que decía la carta que estaba en el interior del auto:
“Este auto tiene muchos recuerdos especiales para mí, mi hogar y todo lo que hay en él se ha ido, este auto es todo lo que me quedaba, a la persona que lo reciba, solo quería hacerle saber lo especial que es este vehículo.
Este auto perteneció a mi madre. Ella falleció, mi familia llenó este auto con mucho amor y otras cosas, viajamos por carretera, con música de los 80 a todo volumen y las ventanas bajadas.
He cambiado más pañales en el asiento trasero de lo que puedo contar, la última vez que mi mamá condujo este auto fue el día que nos dejó, ella y mi hija salieron de compras y se cortaron el pelo, es muy triste que haya perdido a mi familia, a mi hogar y ahora estoy perdiendo este último vínculo que tengo con mi madre y mi hija sin que yo tenga la culpa, sé que es solo un auto para ti, pero para mí es mucho más, así que ahora que es tuyo, recuerda que no es solo un auto.
Es un recuerdo. Este auto con todas sus particularidades es la última parte de mi familia. Sé noble con él”.
Además, la antigua dueña del auto explicó en la carta que el primer día que su madre llegó con el auto todos se subieron para dar un paseo y sonó en la radio una tal Sylvia, así que entre risas decidieron nombrar así al auto.
“Por favor, no cambies su nombre. La canción ‘Free Bird’ de Lynyrd Skynyrd, era la favorita de mi madre, incluso la coloqué en su funeral, así como en el de mi hija.
No estoy enojada contigo. Espero que este auto sea el mejor que hayas tenido y que funcione por un siglo más. Espero que el asiento trasero esté lleno de niños, de juguetes y cosas al azar.
Si alguna vez quieres vender a Sylvia intenta encontrarme, acabo de pagar tres funerales y no me puedo permitir comprarlo ahora, pero con suerte tendré una mejor situación económica si decides que dejó de ser el auto adecuado para ti”.
Fue inevitable que Kevin se sintiera conmovido cuando leyó la carta, sabía que el auto tenía un pasado importante. Decidió buscar a la antigua dueña y pidió ayuda en las redes.
Finalmente, dio con el paradero de Sabrina Archey, quien había perdido en un devastador incendio a su madre, a su tía y a su hija de 6 años.
Como no pudo hacer frente a los gastos se vio obligada a vender a Sylvia.
Kevin quería regresarle el auto, se lo quitó a su hija y ella lo tomó de buena manera después de conocer la historia.
La publicación de Kevin generó miles de reacciones en las redes, casi veinte mil personas la compartieron. Lograron dar con el paradero de Sabrina y además, hicieron una campaña de recaudación de fondos para hacer realidad su sueño de recuperar el auto y mejorar su situación financiera.
Cuando Sabrina pudo tener de nuevo a su auto dijo: “Me siento realmente bendecida”, estaba muy agradecida por la solidaridad de Kevin y todos los que sumaron a ayudarla.
Aunque el auto es un bien material, para ella representaba el recuerdo de los mejores momentos de su vida junto a seres amados de los que tuvo que despedirse para siempre.
No es fácil enfrentarse a un duelo, Sabrina recibió la ayuda y el consuelo que necesitaba. Comparte su emotiva historia.