Lexi Yeo, de diez años, viajó junto a su familia a disfrutar de unas paradísiacas vacaciones en Cancún, un paradisíaco lugar de México que ofrece playas de aguas cristalinas y exclusivos completos turísticos.
Lo que ni la menor ni su familia imaginaron era que un trágico accidente les haría vivir una experiencia aterradora, que se convirtió en el peor recuerdo de su viaje soñado.
Una de las atracciones más concurridas en Cancún es el nado con delfines, Lexi quería disfrutar nadando con estos mamíferos en el «Dolphin Discovery experience».
Mientras compartía con los animales estos sufrieron un ataque descontrolado en el que la mordieron y arrastraron causando pánico entre todos los presentes. La agresividad no es una conducta por la que se conozca a los delfines, que son descritos como amigables, inteligentes y con especial sensibilidad por los niños.
Cuando la niña nadaba, dos delfines la mordieron causándole múltiples heridas, por suerte fue rescatada rápidamente y la trasladaron a un hospital cercano.
Lexi estaba ensangrentada, había sufrido varias lesiones por las mordidas de los animales que también la arrastraron bajo el agua.
“Fue aterrador. Pensé que iba a morir”, declaró Laura, de 40 años, la madre de la niña, que veía cómo los dos delfines sumergían a su hija bajo el agua mientras la agredían.
Los animales estaban enardecidos, mordieron a la niña, y se negaron a responder las desesperadas súplicas de los entrenadores que pretendían detener la agresión.
Lexi se aferró a la parte superior de su bodyboard y poco después un entrenador logró arrastrarla a un lugar seguro.
Los médicos comprobaron que la niña tenía lesiones por mordiscos, heridas punzantes, cortes profundos y hematomas en sus piernas y pies.
Los directores de ética del parque de entremetimiento de Cancún emitieron un comunicado para explicar que la reacción de los delfines fue causada por las malas condiciones del mar.
Según ellos esa fue la razón que los motivó a comportarse así por la angustia que les produjo. Asimismo, culparon a un delfín que no debería haber estado en el área.
La familia tuvo que interrumpir sus vacaciones de ensueño en las que habían gastado 8.300 euros el mes pasado.
Laura, enfermera residente de Londres, explicó que la agencia de viajes que contrataron para la actividad ni siquiera se ha comunicado con ellos directamente para disculparse o para saber del estado de salud de la niña, tampoco el parque.
“Ni siquiera hemos recibido una tarjeta, flores o un osito de peluche para Lexi de parte del parque. Se han lavado las manos. Lo más preocupante es que los delfines siguen nadando con los turistas. ¿Cuánto tiempo más puede pasar antes de que esto vuelva a suceder con peores consecuencias?”, dijo la madre indignada.
Los ataques de delfines contra los seres humanos son inusuales, solamente se ha registrado un caso en el mundo de un delfín que acabó con la vida de un hombre. Aunque sí se han registrado otros casos en los que las personas sufren heridas leves.
Los representantes del parque que emitieron el comunicado aseguran que están investigando el caso. Lamentaron el incidente y dijeron que los delfines estaban fuera de control y que la presencia inoportuna de un ejemplar macho en ese momento causó ansiedad al resto de los animales.
La madre de la niña no quiere que ninguna otra familia tenga que sufrir la terrible experiencia. Comparte esta noticia.