Piden ayuda para tener una Navidad inolvidable porque es la última que pasarán juntos

A veces el destino nos sorprende con noticias devastadoras, tal como a esta familia, que tiene que adelantar la celebración de Navidad desde que el padre recibió un diagnóstico de cáncer terminal.

David, de 41 años y Lisa Parkes, de 40 años, de Prenton on the Wirral, se conocieron cuando apenas tenían 10 años y cuando eran adolescentes comenzaron una relación amorosa que mantienen hasta hoy.

Actualmente tienen cuatro hijos adoptivos, y unos gemelos que tuvieron después de un tratamiento de Fecundación In Vitro. Hace dos años David fue diagnosticado con cáncer de esófago, se sometió a sesiones de quimioterapia y radioterapia para después ser operado para extraer parte de su esófago.

David logró recuperarse, pero lamentablemente hace poco descubrieron que la enfermedad había regresado. Los médicos le dijeron que solamente le quedaban doce meses de vida.

Ahora su única prioridad en medio de tanto dolor es que puedan tener recuerdos hermosos en familia en la que podría ser su última Navidad juntos.

James, el hermano de Lisa, creó una campaña en GoFundMe para recaudar dinero y que la familia pueda disfrutar unas vacaciones juntos, ya que los ocho miembros nunca han viajado al extranjero.

Todos intentan ofrecerle su apoyo a David en estos momentos tan difíciles, de angustia e incertidumbre.

Su esposa declaró: “Sé que estoy entumecida, solo trato de continuar con David y los niños porque sé que si me involucro emocionalmente en todo esto me romperé. Tengo mis momentos en los que estoy sola en el auto y lloro, lloré con David, pero sé que todo lo que dijeron los médicos a él no lo ha hundido. Solo tenemos que vivir cada día”.

 

Lograron su sueño de ser padres

Lisa y David se mudaron juntos en 1998 y empezaron a formar su familia, ella fue diagnosticada con síndrome de ovario poliquístico cuando apenas tenía 16 años y sabía que tendría dificultades para ser madre. Así que se sometió a un tratamiento de Fecundación In Vitro.

Después de tres intentos fallidos se sintieron devastados. Cada vez que el resultado era negativo se sentían desconsolados, especialmente porque se hacían mayores y sus amigos tenían hijos.

“Pero nunca me di por vencida, siempre supe que seríamos padres”, dijo Lisa.

Poco después del tercer intento de su tratamiento de fertilidad, Lisa recibió una llamada de los servicios sociales para informarle que su prima Jacqueline, que había perdido a su madre a los 15 años y tenía 4 hijos a los 20 años, no podía hacer frente a la responsabilidad.

Así que ella y David acordaron encargarse de sus hijos menores, en enero de 2010 les otorgaron la adopción.

“Todo encajó y estábamos felices, los niños se sentían muy bien y estábamos complacidos de tenerlos”, dijo Lisa.

La madre de los niños que la pareja adoptó falleció cuando tenía 34 años a causa de una afección cardíaca. Ella se mantuvo visitando a sus hijos, quienes sabían que era su madre biológica.

Aunque eran padres adoptivos, Lisa y David hicieron un último intento de ser padres a través de otra Fecundación In Vitro gracias a la madre de Lisa quien les pagó el tratamiento.

El 20 de agosto implantaron los embriones, y tuvieron que esperar diez días para comprobar si el resultado era exitoso, a los nueve días ella se hizo la prueba de embarazo.

Lisa llamó a su madre para contarle, confesó que en las siguientes dos semanas compró al menos 20 pruebas de embarazo porque no podía creer que había funcionado.

Estaban esperando gemelos, y cuando David y Lisa lo supieron, los invadió la alegría, aunque también el temor, porque no habían contemplado tener un embarazo múltiple.

“Estábamos abrumados y felices. En un año pasamos de no tener hijos a tener cuatro”, dijo Lisa, tendrían un niño y una niña haciendo realidad el sueño de ambos.

Vivieron momentos difíciles

Un mes más tarde, la madre de Lisa, quien luchó durante años contra una dura enfermedad falleció. Ella le dijo: “No te vayas, tienes que conocer a tus nietos”. Pero le respondió que no podría, y esa noche murió junto a su familia.

A Lisa le diagnosticaron depresión posparto, le recetaron antidepresivos y terapias psicológicas. “Me resultó muy difícil dormir, comencé a tener mucha ansiedad, ni siquiera podía salir de casa”, dijo ella mientras resaltó que David jamás se separó de su lado para apoyarla.

Reciben un diagnóstico devastador

Los servicios sociales volvieron a llamar a Lisa, los hijos mayores de su prima necesitaban ayuda, terminaron adoptándolos, uno de 18 años y otra de 16.

Su familia creció y eran plenamente felices, hasta que David comenzó a presentar síntomas extraños, entre esos problemas para tragar.

A través de una endoscopia, los médicos encontraron un tumor avanzado en su esófago, lo operaron para extirparlo tras el duro tratamiento. La cirugía duró 11 horas.

Cuando le diagnosticaron el cáncer estaban a punto de irse de vacaciones en Navidad para relajarse. Les dieron la noticia a sus hijos y comprendieron la situación, hacían lo posible por animar a su papá.

Desde el pasado mes de abril, David comenzó a presentar síntomas que le causaron mucho miedo.

“Tenía resfriados, pensó que era normal hasta que un día se levantó sin voz. Después de una cita médica y una tomografía confirmaron que tenía un tumor y que esta vez era inoperable”, relató Lisa.

El médico les dijo que no había nada que pudieran hacer por él excepto quimioterapia y cuidados paliativos. Su esperanza de vida es de doce meses si se somete a tratamiento y puede reducirse a la mitad si opta solamente por los cuidados paliativos.

Su historia ha emocionado a muchos en las redes, invita a las familias en Navidad a apreciar cada segundo valorando la presencia de los seres queridos y a vivir cada día como si fuera el último.

Ojalá que esta amorosa familia pueda crear recuerdos inolvidables para atesorarlos por siempre, aunque David tenga que partir antes al cielo. Compártelo.

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