La pérdida de un bebé es algo de lo que pocas mujeres pueden realmente recuperarse, y no podemos juzgar todo lo que pasa por su mente cuando después de toda la ilusión puesta en esa vida que creció durante meses en el vientre, de pronto deja de existir.
Era la tragedia por la que atravesaba Sriwaluck Akethamsatien, una joven de 27 años, que tuvo un aborto involuntario el mes pasado.
Pero en lugar de buscar el apoyo en su marido, ella sintió pánico de decepcionarlo y tomó la peor decisión.
«Estaba embarazada pero tuve un aborto espontáneo y no podía decirle a mi esposo porque él quería tener un bebé demasiado. Seguí fingiendo estar embarazada y luego le dije a mi esposo que iría al hospital y me quedaría allí para dar a luz al bebé», confesó la mujer originaria de Tailandia.
Fingió el embarazo hasta justo antes de ir al hospital, en la ciudad tailandesa de Phang Nga, para supuestamente dar a luz.
Una vez que estuvo en el hospital, tramó el plan perfecto para robar una bebé recién nacida y hacerla pasar por suya a los ojos de su marido.
Nadie comprende cómo el marido se desentendió del embarazo de la mujer y no la acompañó en el hospital, pero tristemente así sucede en algunas culturas subdesarrolladas y de costumbres radicalmente machistas.
La mujer tuvo la perspicacia de hacerse amiga de una pareja que acababa de dar a luz a una preciosa bebé y en un momento se ofreció para llevarla a pasear por la sala. Entonces, burló todas las seguridades y escapó con la bebé en brazos, según el video que difundió el hospital.
Las cámaras de seguridad registraron el momento en que la mujer sale del hospital con un hijab para ocultar su rostro, a pesar de que es budista y no musulmana.
El video muestra a la mujer huyendo por el pasillo del hospital antes de subir a la parte trasera de una motocicleta.
Después de que el material audiovisual llegó a manos de la policía, procedieron a rastrear al motociclista, un hombre de 50 años llamado Chatchai Thongchai. Fue interrogado pero él tenía su versión en su defensa:
“No conozco a esa mujer. Acababa de terminar mi trabajo ese día y estaba a punto de abandonar el hospital cuando ella me pidió que la llevara a la parada del autobús. Acepté porque sentía pena por ella porque vi que había dado a luz al bebé y estaba bajo el sol. Al salir del hospital después de aproximadamente 1 km, me pidió bajarse”, declaró Thongchai.
Después lograron ubicar a la mujer y la siguieron hasta su domicilio. Se quedó helada cuando vio llegar a la policía, la encontraron junto a la bebé y a su marido, totalmente tranquilos y felices.
«Pasé ese tiempo en el hospital haciéndome amiga de la familia que tenía una niña. Tomé a la bebé después de que confiaron en mí para pasearla y la traje a mi casa. Mi esposo se alegró porque pensó que era su bebé», reconoció la mujer.
El marido se quedó totalmente sorprendido, mientras que el director del hospital, el Dr. Surat Tantithaweeworakul, dijo que tenían un protocolo de seguridad, pero este era un caso inesperado.
Ahora la madre ha sido arrestada y podría enfrentarse a una pena de prisión de hasta 5 años por retener ilegalmente a una menor.
Es dramático el punto al que tiene que llegar una mujer por el pánico a su marido, sin que le importe la angustia y el sufrimiento de otros padres que lloran la pérdida de su pequeña. Comparte este caso que ha dado tanto de qué hablar.