Cuando una amistad es verdadera nada la destruye, a pesar del tiempo o los problemas, se mantiene intacta. Tal es el caso de dos abuelitas que, tras setenta y ocho años de ser amigas, decidieron mudarse a la misma casa de ancianos para seguir juntas mientras vivan.
Han sido amigas casi toda su vida
A los once años de edad, las niñas Olive Woodward y Kathleen Saville se conocieron cuando asistían a la escuela primaria Ravenshead School Nottingham, eso fue en el año 1941.
Las entonces colegialas vivían en Mansfield, una ciudad de Nottinghamshire, donde fueron siempre vecinas. Sus casas quedaban al final de la misma calle, muy cerca una de la otra. Desde el primer momento supieron que serían las mejores amigas, se entendían perfectamente, y les encantaba divertirse y pasar tiempo juntas.
En su infancia disfrutaban de infinidad de travesuras y pasaban horas conversando sobre sus sueños e ilusiones.
“Sabíamos que siempre seríamos amigas cuando nos conocimos. Ella significa mucho para mí”, dijo Kathleen.
El tiempo fue transcurriendo, ambas se casaron, y los esposos de ambas trabajaron juntos en la empresa del carbón. En 1989 Kathleen sufrió mucho con la pérdida de Leonard, su esposo, después de un matrimonio de treinta y cinco años.
La viuda no tuvo hijos, pero allí siempre estuvo su gran amiga Olive, apoyándola y viviendo las dos el duelo.
Olive, tuvo dos hijas que le dieron cinco nietos y cuatro bisnietos, y también perdió a su esposo Roy, pero en 2004. Las amigas compartieron los buenos y malos momentos de sus vidas. Kathleen cree que una de las cosas que ha ayudado a mantener su amistad durante tanto tiempo es que jamás se pelean, se escuchan y no dejan de divertirse juntas.
Son el mejor apoyo para la otra
Pero cuando Kathleen se mudó a la casa geriátrica Berry Hill Park Care Home, a Olive le hacía mucha falta su amiga. Así que no lo dudó y se mudó a la misma casa de ancianos con ella.
«Si estoy infeliz o tengo problemas, solo tengo que ir con Kathleen y siempre terminamos riéndonos», dijo Olive.
El personal de la institución llama al par de inseparables amigas “el dúo dinámico”, precisamente por su alegría, buen humor y esa fuerte amistad que las caracteriza.
“Nunca dejan de hablar y reírse. Es tan entrañable, se aman de verdad y eso puede verse”, comentó Sally Tabet, gerente de Berry Hill Park Care Home.
Las dos longevas mujeres se sienten bien juntas, y así quieren estar todo el tiempo que les queda.
“Ella significa mucho para mí. Si Olive se va primero, volverá a buscarme. Seremos amigas en el cielo”, aseguró Kathleen.
Sin duda, están disfrutando al máximo su tercera edad, como las dos colegialas de hace unos cuantos años. Sus días pasan llenos de anécdotas, entre las historias y travesuras que rememoran, y las nuevas que van surgiendo en su nuevo hogar.
El secreto de la amistad verdadera tiene el sello de estas dos risueñas mujeres, todos deberíamos seguir su ejemplo. ¡No te vayas sin compartirlo!