El que sería uno de los días más felices para Claudio Mondragón y su joven esposa, de 26 años de edad, quienes esperaban la llegada de su bebé, se convirtió en el más trágico que no podrán olvidar jamás.
La pareja es originaria de la localidad argentina de Urdinarrain, pero se trasladaron a una clínica privada en Gualeguaychú, porque buscaban una mejor atención médica.
Cuando la madre se encontraba ya en la sala de partos, su bebé «salió disparado»cayendo al suelo sin que ningún miembro del equipo médico pudiera reaccionar. Se golpeó fuertemente en la cabeza y perdió la vida.
Los hechos sucedieron el pasado 12 de diciembre, en la Clínica Pronto
«Mi mujer hacía los trabajos de parto y le pedían que empujara, que hiciera fuerza para que el bebé saliera; y el bebé salió, como despedido, y nadie lo agarró y se cayó al suelo», contó el padre del pequeño al que llamarían Valentino.
«Pensamos que en esa clínica estaríamos mejor, pero jamás esperamos ese desenlace«, lamenta Claudio, de 29 años.
Cuenta que a la partera no le dio tiempo a agarrarlo y la obstetra no reaccionó.
«La partera y la obstetra estaban ahí, y yo les decía que la cabecita ya estaba, que faltaba poco».
«El cordón se cortó solo cuando el bebé cayó. Eso fue lo que pasó y lo que nosotros vimos, lo vi yo, lo vio mi mujer, la partera, la obstetra y el pediatra que estaba para recibir al bebé», detalló el padre.
Inmediatamente, el recién nacido fue introducido en una incubadora por el personal médico y trasladado al hospital público Centenario de Gualeguaychú, el único que cuenta con la aparatología necesaria para casos así.
El director del Hospital Centenario, Hugo Gorla, afirmó que Valentino ingresó una hora después de producido el parto.
«Venía con un severo golpe en su cabeza y con respiración artificial, se lo intubó y practicó una ecografía, donde se determinó una patología neuroquirúrgica, por lo que se planteó el traslado al Hospital San Roque de Paraná», declaró Gorla.
Pero en pleno traslado, debido al estado de gravedad del pequeño el equipo médico de la ambulancia ordenó que se detuvieran en Nogoyá para que fuera atendido de emergencia, pero antes de llegar al hospital ya confirmaron su fallecimiento.
En la ambulancia, el pequeño siempre estuvo acompañado por su padre.
La Justicia investiga ahora las causas de la muerte de Valentino para determinar si hubo responsabilidad de los profesionales que trabajaron en el parto.
El juez de Garantías, Ignacio Telenta, autorizó la retención del material probatorio en el sanatorio privado para establecer las formas y circunstancias, entre lo que está un grabador, el libro de acta que registra los nacimientos, y la historia clínica de la madre del bebé.
Se procedió también a realizar la autopsia de Valentino en la Morgue de Oro Verde, mientras su devastada familia espera los resultados.
Una dolorosa tragedia que no tendría que haber pasado jamás. Esperamos que las investigaciones lleguen hasta el final, y que los padres encuentren la fortaleza que necesitan. ¡Vuela alto, pequeño Valentino!