Lo sabemos, no hay nada más rico que una buena rebanada de pan acompañada de una buena taza de café cuando llega el invierno. Sin embargo, el siguiente experimento te hará pensar dos veces a la hora de cortar una rebanada para tu dulce merienda.
Resultado del pan manipulado después de haber agarrado los libros.
Es normal que en temporada de lluvia la gripe se haga presente y varios estados se vean afectados por la influenza.
Aunque en muchas ocasiones se les informa a las personas que tengan cuidado, en especial si tratan con niños, la mayoría termina haciendo caso omiso a las indicaciones.
Pan sin ser manipulado.
Jaralle Metcalf es especialista en comportamiento, trabaja en una unidad de autismo con estudiantes de sexto grado.
Junto con su compañera, la maestra Dayna Robertson, decidieron seguir un experimento que encontraron en el sitio web C.S. Mott Children’s Hospital, al que titularon «¿Qué tan limpias están tus manos?».
Pan manipulado con las manos sucias.
Las maestras decidieron hacer un experimento para aprender un poco más sobre los gérmenes, para ello emplearon pan esponjoso en el que obtuvieron notables significados.
El experimento consistió en poner cinco rebanadas de pan en pequeñas bolsas plásticas separadas, cada una fue manipulada de forma distinta.
Rebanada manipulada con las manos lavadas.
Una rebanada de pan fue tocada por los niños con las manos sucias, otra la tocaron tras haber lavado sus manos con agua y jabón. Y otra de las rebanadas la tocaron después de usar gel antibacterial.
Finalmente, tocaron una rebanada de pan después de haber manipulado los libros de estudio. Todas fueron colocadas en el interior de una bolsa plástica con cierre hermético. Solo una rebanada se colocó dentro de la bolsa sin ser manipulada directamente.
Resultado del pan manipulado después de que los niños usaran antibacterial en sus manos
El resultado fue tan impactante que el personal directivo y docente le está dando un papel protagónico a la higiene. Jaralle y Dayna realizaron el experimento en el aula, por lo que todos los estudiantes de la escuela se han acercado al salón para ver los resultados.
Metcalf aprovechó la oportunidad para comunicarles a los padres que no es suficiente lavarles las manos a los niños, al respecto comenta:
Si envía a su hijo a la escuela cuando está enfermo, pone a todos en riesgo. ¡Incluidos los maestros y nuestras familias! ¡Me gustaría instar a los padres que mantengan a sus hijos enfermos en casa!”
Los resultados sorprendieron a todos y nos dejaron una gran lección. No importa si eres grande o pequeño, siempre es importante lavarse las manos antes de consumir cualquier alimento para evitar que alguna bacteria quiera hacer fiesta en nuestros bocadillos.
El simple gesto de lavar nuestras manos puede ayudarnos a prevenir consecuencias fatales para nuestra salud.