En esta semana, la Oficina de Meteorología de Nueva Gales del Sur, uno de los estados más afectados por los devastadores incendios forestales en Australia, hizo un esperanzador anuncio que levantó los ánimos del mundo entero.
Una bomba de lluvia amenazaría con caer en los próximos días para de una vez por todas poner fin al fuego incesante que ha causado la muerte de 1.000 millones de animales, 30 personas y 10 millones de hectáreas calcinadas.
Se trataba del fenómeno conocido por los meteorólogos como microbursts húmedos o bombas de lluvias.
En días anteriores ya el país oceánico había experimentado algunas gotas de agua, que cayeron como una bendición haciendo llorar a los bomberos. Pero eran apenas como lágrimas refrescantes, que no resolvieron nada.
Hasta que finalmente hoy, para confirmar a todos los australianos y a tantos millones de personas que permanecieron alerta, que la esperanza es lo último que debe perderse, las súplicas fueron escuchadas.
Se habla de que la primera lluvia significativa en meses caerá en las partes devastadas por el fuego a lo largo de este jueves con especial fuerza.
Los aguaceros que han caído ya en estos días han ayudado a extinguir 32 incendios forestales en Nueva Gales del Sur. Y entre el jueves y el domingo, la Oficina de Meteorología espera entre 30 y 80 mm de lluvia en el este de ese estado.
Son las noticias más alentadoras que podamos haber escuchado después de la lucha a brazo partido de los bomberos contra las llamas mortales de más de 6 metros de altura, que han durado más de 3 meses.
Pero dentro de la positivo de la bomba de lluvia tan necesaria para extinguir el fuego, el fenómeno viene acompañado de otra amenaza mayor que preocupa a las autoridades. Vientos de hasta 133 km/h azotaron Melbourne, causando daños a las casas, ocasionando que se levantara una alarma de emergencia por las tormentas.
Sidney, por su parte, espera tener entre 3 a 26 mm de lluvia hasta el sábado.
El inspector del Servicio de Bomberos Rurales de NSW, Ben Shepherd, dijo: «Es el pronóstico más positivo que el RFS (Rural Fire Service) ha tenido en meses y les dará a las cuadrillas la oportunidad de reagruparse y trabajar en líneas de contención».
As of 8:30am this morning, 85 bush and grass fires are burning across the state, with 30 to be contained. All fires are at Advice. We are starting to see some good falls across some firegrounds. Lets hope some of our farmers are also getting some moisture. #nswrfs #nswfires pic.twitter.com/JY5BXMZnSh
— NSW RFS (@NSWRFS) January 15, 2020
Las lluvias también llegaron a Victoria y se esperan otras más fuertes en Nueva Gales del Sur
Melbourne sufrió anoche una lluvia torrencial después de que en un suburbio cayera 77 mm de agua.
Los bomberos finalmente tendrán un respiro, dado que los incendios ya se han ubicado en su nivel de peligro más bajo. Pero tristemente, cuando algo se arregla, viene la naturaleza con toda su fuerza, como si no terminara de «vengarse». Y es que la amenaza de tormentas eléctricas crea nuevamente otro escenario que temer, con el riesgo de daños y nuevos incendios.
De hecho, algunos rayos cayeron el miércoles en el Parque Nacional Great Otway, en el este de Victoria, y se identificaron alrededor de 18 incendios activos. Y las autoridades temen que pueda suceder lo mismo en otras regiones devastadas por el fuego.
Las tormentas son un arma de doble filo, ya que al haber mucha ceniza, se pueden crear también deslizamientos de tierra y caída de árboles, muy peligrosos para la población.
Las tormentas eléctricas pueden producir vientos dañinos, acarrear granizo y ocasionar inundaciones repentinas.
El miércoles por la noche se emitió una severa advertencia de tormenta para el noreste, East Gippsland y partes del centro de Victoria. Mientras que en en Melbourne se tuvo que cerrar una pista de aterrizaje y muchos vuelos se cancelaron.
Much-wanted Rain Finally Falls In Melbourne Amid Bushfires
FINALLY: Heavy rain and storms swept parts of the Australian state of Victoria on Wednesday, bringing some relief to Melbourne from the smokey haze of bushfires.
Publiée par QuickTake by Bloomberg sur Mercredi 15 janvier 2020
Sin embargo, se espera que si la población sigue las advertencias de las autoridades de cortar las ramas colgantes de los árboles, permanecer en lugares seguros y evitar estacionarse o estar cerca de postes de luz, la lluvia definitivamente sea lo mejor que le haya podido suceder a Australia en medio del caos.
Los australianos deben saber que personas del mundo entero pidieron cada día por un milagro para su nación, y sus ruegos han sido escuchados.
Esta bomba de lluvia viene como una gran fuente de renovación y sanación para todos los héroes que han arriesgado tanto por salvar vidas inocentes, y para tantos millones de animales que suplican de rodillas que su entorno vuelva a ser el mismo de antes.
Comparte esta maravillosa noticia que ha sido la más esperada después de tanta tristeza y desolación. Esperemos que las autoridades logren tomar todas las medidas de precaución para que no tengamos que lamentar la pérdida de más vidas inocentes.