Una enorme pared en Derbyshire se ha vuelto el centro de un claro mensaje que nos recuerda la importancia de pagar nuestras deudas. Dean Reeves es un pintor y decorador que nunca se había sentido tan frustrado al ver que se negaban a pagarle por las horas que invirtió trabajando.
“Comprendí que nunca me iban a pagar. Sólo quería asegurarme de que al menos tuviesen que pagar por cubrir ese graffiti”.
Todo comenzó cuando un constructor, Terry Taylor, lo contrató para trabajar en la remodelación de un edificio. Su principal labor recaía en las pinturas, pero Dean quedó obligado a realizar otras pequeñas tareas.
“Lo único que hacía era cambiar lo que acordamos. El trabajo iba a ser en andamios pero tuve que utilizar escaleras”.
El precio que habían acordado era de 1.500 dólares pero Terry solo pagó cerca de la mitad. En cuanto Dean terminó su trabajo, el constructor le dijo que debía dar más capas de pintura o realizar más y más tareas que no se encontraban dentro de lo que habían acordado.
“Es la primera y última vez que trabajo con este hombre”.
Con el paso de los días, Terry seguía posponiendo el pago y llegó al punto de simplemente decirle que no le daría lo que faltaba. La situación se fue volviendo insostenible y Dean decidió tomar el asunto en sus propias manos.
“Al no utilizar andamios le ahorré cerca de 1.000 dólares. Además, yo tuve que quitar los carteles”.
Acudió al edificio cuando no había nadie y pintó un claro y enorme mensaje en letras negras. Al día siguiente, los vecinos no hacían más que quedarse en shock.
Estaba claro que el pintor estaba furioso y que necesitaba el dinero por el que tanto había trabajado.
“¿Quieres que pinten tu casa? No seas como Terry. Paga tus cuentas. Apuesto a que ahora sí pagarás”.
Los medios contactaron al constructor para saber su punto de vista y él asegura que todo lo que el pintor ha dicho son mentiras. Además, cree que sus medidas de llamar la atención para conseguir el pago realmente no significan nada.
La policía ya se encuentra al tanto de lo sucedido y explicó que se trata de una disputa privada. Realizarán investigaciones para que todo quede resuelto.
“Me parece una idiotez. Sólo es pintura. Lo voy a quitar yo mismo porque soy el jefe”.
Las declaraciones del pintor y del constructor se contradicen por completo. Sea como sea, esperamos que esta delicada situación se resuelva lo antes posible. Todos merecen recibir un pago justo, especialmente si se trata de un trabajo que requiere de tanto esfuerzo físico como el de pintar un edificio entero.
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