Tras toda una vida encerrado y sin ningún contacto con el exterior, el pequeño Quinn Waters, de 3 años, por fin ha podido salir de casa a conocer el mundo.
Lamentablemente él no pudo disfrutar los primeros años de su vida como cualquier otro niño, los juegos al aire libre, la interacción con otros niños, los recorridos en un parque con divertidos toboganes o columpios, las celebraciones de cumpleaños, y otras actividades típicas de un pequeño que crezca rodeado del amor de una familia para él no fueron posibles.
El niño de Weymouth, Massachusetts fue internado en su casa como medida preventiva después de recibir un tratamiento contra su cáncer cerebral.
Según comentaron sus padres, Jarlath y Tara Waters, la inmunidad natural de Quinn fue eliminada temporalmente después de recibir un tratamiento de células madres para combatir su cáncer.
Las ventanas de su casa se convirtieron en su único nexo con el mundo exterior.
Solamente sus padres podrían tener contacto con el pequeño e incluso las propias salidas de los progenitores se vieron restringidas en algunas ocasiones durante estos años.
«Básicamente lo mantenemos en una burbuja, solo, como medida de precaución. Incluso un resfriado común podría ser algo que lo llevará de regreso al hospital», dijo el padre de Quinn, Jarlath.
Por fortuna, este pequeño es todo un guerrero y supo asimilar su condición con optimismo y desde la inocencia de un niño de sólo 3 añitos.
Después de que su historia se diera a conocer, muchas personas se acercaron al jardín de la familia para saludar y divertir a Quinn desde el exterior, con un cristal macizo que lo mantenía en su pequeña burbuja.
Algunos vecinos se acercaban con sus mascotas desde la calle para saludar y en una ocasión un grupo de bailarines irlandeses decidieron sorprenderlo con una presentación.
«Es toda la energía positiva de tantas personas lo que creemos que le ha ayudado a superar su enfermedad, ya sabes. Esto es algo que jamás podremos pagar, solamente se podría compensar una pequeña parte de lo que han hecho», dijo Jarlath.
Pero para esta familia estar en deuda nunca se sintió tan bien, pues desde que la historia se publicó en las redes y las personas comenzaron a visitar a Quinn desde la ventana, el ánimo del pequeño mejoró.
Ahora, este campeón ha logrado salir de casa por primera vez en su vida. Quinn pudo salir de casa con su disfraz de superhéroe favorito, además asistió a un juego de de los Boston Bruins, en el que fue invitado para lanzar el mismo el disco.
Como si esto no fuera suficiente emoción para él, Quinn también ha hecho su primer viaje
Los médicos dieron el permiso para realizar el paseo, así que sus papitos lo llevaron a conocer el mar, sus deditos por fin sintieron la arena de la costa de Massachusetts. Fue un momento inolvidable para él y su familia cuando vivió la experiencia de tener un día de playa por primera vez.
Tanto la familia como los especialistas han visto con buenos ojos la alegría que la desconocidos han transmitido a este pequeño y el apoyo que le han dado para superar su cáncer. Está comprobado que la sonrisa también es una efectiva medicina, quizás la mejor en estos casos.
Sabemos que no podría haber mayor maldición que esta enfermedad pero tampoco existe bendición más grande que poder vencerla y esto es lo que Quinn ha hecho.
Bravo por este pequeño que nos recuerda porqué es importante disfrutan siempre el ahora y no desperdiciar cada minuto. Por favor comparte con tus amigos su inspiradora historia.