Julie O’Connor era una amorosa madre y enfermera que perdió la vida por un cáncer. Un par de días antes de partir de este mundo, grabó un vídeo reclamando el gran tormento que la hicieron pasar los médicos por negarse una y otra vez a hacer el diagnóstico correcto.
Julie perdió la vida con apenas 49 años de edad.
En el 2014, Julie sospechó que algo no andaba bien. Consultó a múltiples especialistas pero no fue sino hasta que acudió con un médico privado que consiguió la respuesta que tanto había buscado. Tenía cáncer cervical y lo tenía desde la primera vez que le realizaron pruebas.
“Creo que hicieron falta seis intentos fallidos que hicieran el diagnóstico correcto”.
Cuando las primeras pruebas resultaron negativas, Julie trató de continuar con su vida. Sin embargo, los síntomas y las molestias continuaban así que a lo largo de los tres años acudió a muchos médicos.
Sufría de constantes sangrados fuera de su menstruación y tenía el presentimiento de que algo no andaba realmente bien.
El cáncer cervical se identifica con una citología.
Cuando un médico dio con el diagnóstico adecuado ya era demasiado tarde. El cáncer ya se había expandido hacia sus huesos, su columna vertebral y los ganglios linfáticos. Con el corazón roto, su familia intentó brindarle todos los tratamientos que fuesen necesarios.
“Me dijeron que ningún ginecólogo competente habría podido no darse cuenta de esto”.
Comenzó a recibir quimioterapia pero después de tan sólo un par de meses los médicos le dijeron que ya ningún tratamiento sería efectivo.
Sólo podía recibir cuidados paliativos y despedirse de los suyos. No le quedaba más que desear que algo tan terrible no le pasara a otras personas y a eso dedicó sus últimos esfuerzos.
“Es asqueroso que haya tenido que sufrir como lo he hecho y como lo seguiré haciendo”.
Julie y su esposo grabaron un conmovedor vídeo en el que hacen un llamado de justicia. Iniciaron una demanda en contra de los médicos que le dijeron que se encontraba completamente saludable.
Se trataba de un momento realmente doloroso para ellos, para sabían que alguien debía alzar la voz para que se tomaran las medidas necesarias. Julie perdió la vida tres días después de grabar estas palabras.
“Ahora es demasiado tarde para curarme. Todo lo que quiero es que las mujeres que se realizaron estas pruebas en el 2014 y en el 2015 busquen una nueva opinión”.
Nos unimos a su familia en estos momentos tan devastadores. Esperamos que todos los esfuerzos de esta dedicada madre no hayan sido en vano y se tomen las medidas necesarias para brindar un diagnóstico adecuado lo antes posible. El tiempo es vital para los pacientes de cáncer.
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