Las anomalías cardíacas congénitas ocurren debido al desarrollo incompleto o anormal del corazón del feto durante las primeras semanas de embarazo. Se desconoce la causa de la mayoría y, por lo tanto, son imprevisibles. En los niños, algunos defectos cardíacos congénitos son simples y no requieren tratamiento. Otros, no lo son tanto.
Nóirín Kinsella, una desesperada madre irlandesa publicó un mensaje en sus redes sociales en el cual exhorta al ministro de salud de ese país, Simon Harris, a tomar medidas en función de ayudar a su familia con la terrible situación que los aqueja.
Resulta que su pequeño hijo Tommy fue diagnosticado desde los 11 meses con un defecto cardíaco que requería una inmediata cirugía a corazón abierto en el Hospital de Nuestra Señora para Niños Enfermos, ubicado en la localidad de Crumlin, Irlanda.
Ahora, a sus 7 años, Tommy requiere una cirugía para reemplazar la válvula mitral, sin embargo, dicha intervención ya ha sido cancelada en siete ocasiones. Por si fuera poco, cuando la familia se preparaba para la octava y supuestamente definitiva oportunidad el pasado 8 de enero, se encontraron con que la operación fue cancelada una vez más.
La conmovedora foto del confundido niño abrazando a Gary, su padre, después de saber la noticia, fue compartida por Nóirín en su cuenta, donde describió cómo el joven nunca se queja y sonríe a pesar de su arduo transitar por esta vida, pero no pudo evitar hacer preguntas a sus padres que realmente hicieron trizas sus corazones.
“¿Por qué dijiste otra vez que podía hacerme la cirugía y ahora no puedo? ¿Por qué no puedo volver a la escuela para ver a mis amigos? ¿Por qué no puedo jugar lanzamientos y fútbol, mami?, fueron algunas de las interrogantes del pequeño para sus padres.
Las repetidas cancelaciones se deben, al parecer, a la insuficiencia de camas que atraviesa el hospital, así como a la considerable disminución de su personal médico y de enfermería, lo que ha vuelto aún más cuesta arriba la cirugía.
La delicada salud de Tommy es una continua pesadilla para Gary y Nóirín. Su querido hijo ya no puede ir a la escuela y debe usar una mascarilla en público junto con medicamentos nasales, en un intento por mantenerlo a salvo de infecciones.
Dear Simon Harris TDMy name is Nóirín Kinsella and in this picture is my son Tommy and husband Gary.Tommy was born…
Publiée par Noirin Kinsella sur Mardi 7 janvier 2020
Así fue como, en un mensaje dirigido al responsable gubernamental de salud, Simon Harris, la frustrada madre, hizo uso de su libertad de expresión y de sus derechos ciudadanos al preguntarle, con cierto dejo de sarcasmo, cuánto tiempo más deben esperar para que su hijo pueda ser finalmente operado como tanto lo requiere para salvar su vida.
“¿Tengo que esperar hasta que mi hijo sea llevado de urgencia al hospital en una emergencia que ponga en peligro su vida para que lo atiendan? Estamos desesperados.
Trabajamos duro, pagamos impuestos a los ciudadanos. No tengo para él, así que ¿podría aconsejarme cuál es la mejor manera de explicar la farsa que es nuestro sistema de salud a nuestro niño de 7 años?, dijo la frustrada mamá.
Desde entonces, la publicación de Nóirín se ha compartido más de 27 mil veces y se ha iniciado una petición para ayudar a la causa de Tommy y cambiar el sistema de salud en Irlanda. Con suerte, Tommy pronto recibirá la atención que ha estado esperando por tanto tiempo y que tanta falta le hace para poder seguir creciendo.
Esperemos que se mejoren las condiciones sanitarias en todos y cada uno de los países que lo requieran y que, por ningún motivo existan más pacientes sin remedio. Ayudemos a Tommy a vivir para que muchos firmen la petición para ayudarlo. Comparte su caso.