Muchas personas trabajan durante años con la esperanza de lograr retirarse un día y poder descansar. Algunos hacen lo posible para jubilarse muy jóvenes y dedicarse a conocer el mundo.
Otros simplemente adoran tanto su profesión que prefieren dedicar tantos años como sea posible para disfrutar de lo que mejor saben hacer. Callie Terrell es uno de estos casos.
“La gente me pregunta ‘¿todavía trabajas?’ y yo les digo ‘Claro. Sigo con vida’”.
Callie es una dulce abuela de 101 años. Con sólo saber su edad, cualquier podría imaginarla descansando y completamente retirada de su trabajo. Sin embargo, nada más lejos de realidad, ella ama su profesión y se ha convertido en la estilista de mayor edad en todo Tennessee, probablemente del mundo entero.
“El retiro no es una opción para mí”.
Cuando cumplió 100 años de edad pensó que era hora de dejar su salón de belleza pero con el paso de los días decidió volver. Todas sus clientes no pudieron más que celebrar su regreso por todo lo alto.
“Estoy agradecida. Todavía tengo capacidad física para hacer muchas de las cosas que solía hacer”.
La simpática abuela lleva una larga vida dedicada a ayudar a cientos de mujeres a lucir con un peinado perfecto. Desde que era muy joven descubrió su afición por la peluquería y desde entonces no ha parado.
Para ella el secreto es la constancia y cree que son sus ganas de trabajar las que le han permitido mantenerse tan saludable. Su talento sigue completamente intacto.
“Si no practicas, olvidarás como hacerlo. La gente todavía me busca para que les arregle el cabello así que ¿por qué no hacerlo?”.
Callie se encuentra tan lúcida y con tanta energía que pocos podrían creer que realmente tiene más de cien años. En su tiempo libre adora cocinar y hace deliciosas tartas para sus amigos y familiares.
Intentó retirarse por un tiempo pero se dio cuenta de que eso simplemente no era para ella. Siempre ha sido una mujer muy activa y está dispuesta a trabajar en el salón de belleza hasta el último día de su vida.
“Me gusta mantenerme ocupada. Es lo que he hecho siempre y por eso mi negocio tiene éxito. Porque me gusta lo que hago”.
Esta dulce abuela ha tenido que decir adiós a la mayoría de sus familiares pero todavía se despierta cada día con el mejor de los ánimos. No hay duda de que es un grandioso ejemplo de que no hay nada mejor que dedicarnos a lo que más nos gusta.
La verdadera clave para el éxito es que tu trabajo sea tu pasión.
Comparte esta historia para dejar en alto la maravillosa trayectoria de Callie. Con más de 100 años sigue siendo una estilista genial.