Rosemarie Riley es una dulce abuela que pasó por una graciosa confusión a la hora de hacer las compras. Estaba haciendo un poco de frío, así que decidió ir comprar té para tomar algo caliente.
Las bolsitas con infusiones que vienen en presentadas en pequeñas cajas. Sin embargo, antes de bajar a la tienda, Rosemarie olvidó sus lentes sin imaginar lo mucho que los necesitaría.
“Compré varias cosas y lo llevé todo hasta la caja sin darme cuenta. La vendedora debió pensar que era algo obsceno”.
La tierna abuela llegó a casa segura de haber realizado las compras correctamente. Sin embargo, su esposo se dio cuenta de que en lugar de las bolsas de té había una caja de 30 preservativos marca Durex.
Rosemarie tiene actualmente 76 años de edad.
Rosemarie no había visto bien y los confundió. Parece un error impensable, pero para ser justos con ella el tamaño y el color de las cajas pueden resultar muy similares al de algunas infusiones. Lo que más indignó a la pobre abuela fue darse cuenta de que había pagado 22 dólares por algo que realmente no necesitaría.
“Todo lo que ella quería era un poco de té Yorkshire.
John, su esposo, bromeó con ella por el inesperado error pero había que solucionarlo de alguna manera. Rosemarie pensó en acudir a la tienda para explicar lo sucedido pero le daba algo de vergüenza así que le pidió ayuda a su nieta.
“Normalmente es mi esposo el que hace las compras. Yo soy un desastre para esas cosas”.
Gemma, de 29 años, no pudo evitar dar enormes carcajadas cuando supo el pequeño problema que estaban enfrentando sus abuelos. Se acercaba el día de San Valentín y ella tampoco quería la vieran regresando preservativos.
“Escondí la caja de preservativos hasta que llegó mi momento en la fila”.
Finalmente acudieron a la tienda para explicar el gracioso error. Todos se mostraron muy comprensivos con Rosemarie. Dieron un vistazo a la tienda y comprobaron que realmente había varias cajas de preservativos en la misma sección del té.
Parece que alguien los dejó allí por error. Muchos podrían haber cometido la misma confusión de Rosemarie.
La confusión tuvo lugar en una sucursal de la cadena de supermercados Asda.
Por fortuna, esta graciosa historia tiene un final feliz. Finalmente los empleados le permitieron regresar la caja y le dieron sus esperadas bolsitas de té. Gemma decidió compartir lo sucedido en las redes sociales y rápidamente se hizo viral.
Pocas veces se puede ver a una abuelita haciendo estas compras tan particulares.
¿Qué opinas del error de Rosmarie? Comparte esta anécdota que seguramente sacará una gran sonrisa a muchos.