La mayoría de las personas sienten conmoción al ver a niños sufriendo tantas necesidades, son víctimas de la pobreza extrema y su infancia transcurre lejos de los juegos, el colegio y los momentos especiales bajo la protección y el amor de la familia.
Un generoso hombre de Rocinha, en Río de Janeiro, Brasil, no se dio por vencido hasta ayudar al pequeño de sólo 8 años que encontró en la calle.
Su nombre es Ernani Alves, mejor conocido como ‘Nandy’ entre los vecinos de su comunidad.
Un buen día, Nandy vio a un pequeño buscando entre la basura algún trozo de alimento que pudiese saciar su hambre y esto le rompió el corazón.
En ese mismo instante intentó acercarse para ayudarlo pero el pequeño se resistió y huyó, aunque esa no sería la única vez que viera al pequeño en su faena.
Poco tiempo después, lo vio hurgando nuevamente entre los desechos y decidió acercarse con mayor tacto para no asustarlo.
Nandy tiene un hijo de la misma edad que el niño y esto le ayudó a entablar una conversación de interés para el menor.
«Lo vi hurgando entre la basura en busca de comida y juguetes y decidí intentar ayudar. El niño, de quien no voy a mencionar, se fue abriendo gradualmente. Con sólo ocho años de edad, dijo: ‘¿por qué quieres saber sobre mi vida?’ Era reacio y no quería ayuda”, recordó Ernani.
Después de varios encuentros, el hombre supo que el pequeño tenía dos hermanos, uno de 6 y otro de 10 años. Todos vivían con su madre desempleada y su padre los había abandonado, sobrevivían con la ayuda que les daba su abuela.
Por esa razón solía revisar en la basura, en busca de comida y otras cosas de utilidad.
Ernani se ganó su confianza y no sólo lo ayudaba con comida, también le daba algunos juguetes para él y para sus hermanos. De hecho, el hombre visitó la casa del pequeño y conoció a la abuela. Ahora está decidido a ayudarlo, aunque sabe que no será sencillo.
“Este niño ya encontró su camino a la calle, desafortunadamente. Sabemos lo que hay dentro de la favela”, dice Nandy.
El Carioca no sólo quiere un futuro mejor para el niño sino para toda su familia, por lo cual inició una recaudación de alimentos entre sus conocidos.
Además de eso, ha buscado la manera de involucrar a los hermanos en actividades deportivas que los mantengan ocupados para que no elijan un mal camino.
Por esa razón, los llevó a conocer los espacios de la ONG Nascer en la Primera Iglesia Bautista de Rocinha, ubicada muy cerca del vertedero donde conoció al pequeño.
“Me tocó mucho el corazón. Conocí de cerca su historia, la cual es muy triste, pero Dios me puso en sus vidas y ayudaré en todo lo que pueda”, dijo el residente.
Este hombre se ha convertido en un ángel para estos pequeños y los niños también han sido de gran motivación para la vida de Nandy, quien está más que comprometidos con ellos y va a ayudarlos para que sus vidas no se pierdan en manos de las bandas que lideran las favelas. Sin duda una gran acción que merece ser agradecida.
Comparte esta historia y bríndale a Nandy el reconocimiento que se merece ¡Ánimo hombre, que Dios te multiplique tus buenas acciones!