María Gracia y María de los Ángeles, nacieron unidas a través de su corazón, el tórax y el abdomen. A pesar de las dificultades asociadas a su condición supieron mantener una sonrisa en su rostro gracias al amor y apoyo de sus padres, Ana María Ugarte y Emilio Parra.
Las pequeñas nacieron en Maracaibo, Venezuela, durante cuatro años conmovieron a miles de personas son su historia que fue reseñada en diversos medios de comunicación.
Lamentablemente, el 06 de octubre de 2016 perdieron la vida a los cuatro años a pesar de los esfuerzos de sus padres y los médicos por mantener su buen estado de salud procurando que se desarrollaran normalmente a pesar de su condición.
Durante su vida, Ana María emprendió una campaña junto a su esposo para recaudar fondos para pagar el tratamiento médico de las niñas y luchar por su exitosa separación.
Los médicos determinaron que las niñas no podrían sobrevivir unidas, en su país no podían tener acceso a estudios y tratamientos para su condición. Viajaron a Estados Unidos para ser evaluadas por cardiólogos expertos en separación de siameses.
Permanecieron ingresadas en el hospital de Houston, y no fue posible lograr su separación. Las hermanas fallecieron por complicaciones cardíacas.
Ana María hizo todo lo que estuvo a su alcance para salvar la vida de sus pequeñas y ofrecerles la mejor calidad de vida.
Después de perder a sus hijas se enfrentó a una dura batalla contra el cáncer de la cual no logró sobrevivir.
Este lunes Ana falleció en Maracaibo, quienes siguieron el drama de la lucha por la salud de sus hijas siempre la recordarán por su entrega, perseverancia y amor hacia sus mellizas.
En el perfil de Instagram en el que publicaban la historia de las siamesas compartieron la trágica noticia.
“Hoy, Ana María pierde otra batalla por la vida, pero gana la eternidad al lado de nuestro Dios todopoderoso. Hacemos llegar a sus familiares, allegados y amigos nuestras sinceras palabras de condolencia. ¡Descansa en paz, guerrera!”.
En octubre del año pasado fue sometida a una intervención quirúrgica para extraer su vesícula que tenía un cálculo de grandes dimensiones que afectaba su recuperación en el tratamiento que recibía contra el cáncer. La operación fue exitosa pero después sufrió graves complicaciones de las que no logró recuperarse.
La noticia ha conmovido a miles de personas que han expresado sus condolencias a Emilio Parra, esposo de Ana y a todos sus seres queridos. Algunos comentan que ella finalmente podrá reencontrarse en el cielo con sus dos amadas hijas.
Compartamos un mensaje de consuelo y apoyo para los familiares de Ana, que será recordada como una madre valiente y con infinito amor.