El coronavirus se ha apoderado de la tranquilidad del mundo, y es que de un día para otro esta pandemia le cambió la vida de todos tras el miedo ante la incertidumbre.
El pánico se apoderó de miles y miles de personas que salieron corriendo para hacer compras nerviosas dejando los estantes de los mercados completamente vacíos, sin considerar que otros también necesitaban comprar.
Tal como le pasó a Dawn Bilbrough, enfermera de cuidados críticos de 51 años, terminó llorando después de no poder comprar alimentos tras salir de su turno de 48 horas.
Ante la avalancha de clientes la capacidad de reposición inmediata de los mercados se vio mermada, y aunque los empleados han trabajado horas extras para cubrir la demanda muchos de los supermercados aún tienen estantes vacíos.
Dawn no pudo contener su tristeza e impotencia después de llegar a un supermercado tras una larga jornada de trabajo y no poder comprar nada.
“Acabo de salir del supermercado. No hay frutas, ni verduras”, dijo la enfermera.
Es tiempo de solidaridad, es importante mirar al lado y pensar que después de nosotros hay alguien que necesita comprar insumos para llevar a su hogar.
Entre lágrimas esta enfermera, hizo un llamamiento muy emotivo desde su automóvil e instó a los compradores que dejaran el pánico y que pensaran en los demás.
Los supermercados han hecho su mayor esfuerzo en mantener la normalidad y poder hacer frente a la fuerte demanda, que ha dejado a muchos compradores sin poder realizar las compras de alimentos básicos.
“Soy una enfermera de cuidados críticos y acabo de terminar 48 horas de trabajo y solo quería comprar algunas cosas. Simplemente no sé cómo se supone que debo mantenerme saludable”, agregó Dawn.
Dawn suplicó a las personas que consideraran a otros durante la pandemia de coronavirus.
La mayoría de los supermercados han tomado medidas extremas para impedir que algunos compren en exceso y causan desabastecimiento, tales como las compras limitadas a tres productos de comestibles y un máximo de dos de los artículos más populares de higiene, como papel higiénico, jabón y leche de larga duración.
Otros establecimientos han cambiado los horarios de apertura de sus tiendas para hacer frente a la creciente demanda y dar al personal más tiempo para re-abastecer los estantes.
«Es necesario detener a esas personas que se llevan todos los alimentos básicos porque las personas como yo que te cuidarán cuando enfermes no pueden hacer compras”, dijo desesperada Dawn.
Las compras nerviosas ha sido un comportamiento generalizado tras la declaración de coronavirus como pandemia global por la Organización Mundial de la Salud, sin embargo, el llamado es a la calma.
Distintos líderes políticos garantizaron la cadena de suministro e instaron a la población a mantener la calma y realizar compras razonables considerando a los demás.
Comparte el mensaje de Dawn, al igual que tantos sanitarios, está dando su vida por los pacientes infectados con esta pandemia y que también tienen una familia que cuidar y mantener.