Los días en cuarentena pueden tornarse difíciles para muchas personas, especialmente para aquellos de la tercera edad que deben extremar todas las medidas de aislamiento por el bien de su salud. Desde que comenzó la alerta del coronavirus, los hogares para ancianos se han visto transformados de un día para otro.
Los especialistas aseguran que las personas mayores de 65 años son los más vulnerables al virus.
Las visitas de sus familiares son fundamentales para ayudarlos a mantenerse de buen ánimo, pero todo esto ha sido suspendido hasta que la ola de contagios se estabilice.
Bryn Celyn Care Home es un hogar que ha decidido hacer todo lo posible por el bien de los abuelitos.
El hogar de reposo está en Maesteg, Reino Unido.
Los residentes han visto los noticieros y no hacen más que preocuparse por la enorme amenaza que significa el COVID-19. Entienden que permanecer aislados es lo mejor para su salud pero también extrañan a sus seres queridos y pueden sentirse algo nerviosos al pasar demasiado tiempo sin saber de ellos.
“Hay mucha negatividad en el ambiente y los residentes se merecen pasarla bien”.
Por suerte, los empleados del hogar de cuidado realizan todo tipo de actividades para ayudarlos a pensar en otra cosa.
Puede que muchos pasen la cuarentena frente al televisor, pero los abuelos de este hogar son mucho más activos. Entre todos, organizaron una versión gigante del popular juego infantil Tragabolas en donde cuatro hipopótamos compiten por comer la mayor cantidad posible de pelotas.
«Lo hicimos para animarlos».
En Bryn Celyn el juego está organizado de tal manera que incluso pueden participar aquellos que se encuentran en sillas de ruedas.
En un vídeo se puede ver lo divertido que resulta todo. Cuatro ancianos en silla de ruedas son trasladados hacia uno y otro lado por los empleados. Mientras tanto, ellos se valen de un largo palo y una cesta para atrapar las muchas pelotitas que se encuentran por todo el suelo.
“Les encanta. No pueden parar de reír. Ha sido maravilloso”.
Es algo realmente sencillo pero el resultado es grandioso. Todos se ven felices y muy concentrados en el juego.
Un par de minutos para desconectarnos del mundo y olvidarnos del coronavirus pueden significar muchísimo para estos dulces abuelos. Muchos esperan su turno pacientemente mientras apoyan a sus compañeros.
En el hogar hay ancianos que tienen entre 80 y 102 años.
Es una idea realmente ingeniosa para ayudar a crear un ambiente alegre en medio de la tensión que se ha instalado en el mundo entero.
Estos abuelitos se han convertido en un ejemplo para todos. En tiempos difíciles debemos seguir dando lo mejor de nosotros y tratar de encontrar el lado positivo de las cosas.
¿Te atreverías a jugar esto durante tu cuarentena? Comparte esta nota para dar a conocer las contagiosas risas de estos abuelos.