El control del peso es importante no solo desde el punto de vista estético sino también por la salud de las personas. Muchos se someten a operaciones riesgosas para resolver el problema. Así le ocurrió a un joven británico que viajó a otro país para realizarse un bypass gástrico más económico, y el resultado fue mortal.
Joe Thornley, un joven de 25 años que trabajaba como constructor, presentaba desde niño problemas para controlar su peso. Vivía en South Normanton, Derbyshire, Reino Unido con su madre Julie y su padre Michael; tenía un solo hermano.
Joe en su infancia
Joe no se sentía a gusto con su apariencia, y quería de una forma desesperada y de una vez por todas buscarle solución a su sobrepeso. Buscó información y se enteró de que en Turquía podría someterse a una cirugía de manga gástrica, de unas dos horas de duración por 3.900 dólares. En el Reino costaría entre 9.400 y 11.700 dólares
Así que reservó una cita en Medicana Bahcelievler, un Hospital de Estambul, pocas semanas antes de realizarse la intervención. Le avisó a su madre justo un día antes de tomar el vuelo; tal vez para evitar que no estuviera de acuerdo con lo que había decidido, y le pidiera que no lo hiciera.
La madre no podía hacer nada por evitarlo; su hijo estaba decidido, pero le hizo saber que él no necesitaba hacerse esa operación. Joe viajó el nueve de diciembre a Estambul, y después que salió de la intervención le envió un mensaje de texto a su madre indicándole que sentía mucho dolor.
«Pide algunos analgésicos», dijo la madre.
Pasaron dos días de recibir el mensaje, Julie y su esposo Michael no tuvieron más información sobre su hijo, pensaron que se estaba recuperando. Pronto supieron que no era así, la policía fue al lugar de trabajo de la madre y le informó que su hijo había fallecido.
Según lo escrito por los médicos turcos, la defunción obedeció a causas naturales. Sin embargo, una autopsia realizada el mes pasado en la Gran Bretaña arrojó que la muerte de Joe obedeció a una hemorragia interna, que se presentó después de la operación de la manga gástrica.
Joe Thornley en Turquía antes de la cirugía
«Ha sido duro y simplemente horrible. Se suponía que era un asunto de lunes a viernes: se operaba el lunes y volvería a casa el viernes», afirmó la atribulada madre.
Julie ha sufrido mucho con lo sucedido, y no desea que otros jóvenes pasen por lo mismo. Habla de la historia de su hijo para hacer consciencia sobre la importancia de una vida sana, pero sobretodo de la autoestima y aceptación que debemos tener de nosotros mismos.
Joe con su madre Julie
«Solo quiero advertir a otros que están pensando en hacerlo. No quiero que otra familia sufra por lo que hemos pasado», alertó la preocupada mujer.
Es una pena lo ocurrido a un hombre trabajador y en plena juventud. Las decisiones de este tipo deben ser bien ponderadas, especialmente cuando hay otras alternativas menos riesgosas para tratar la obesidad. Esperamos que Julie y Michael encuentren la paz en el amor que compartieron con su hijo en vida.
El caso de este joven que tuvo el peor de los desenlaces puede salvar otras vidas. Compártelo.