Desde que el coronavirus comenzó a expandirse desde Wuhan, China, los especialistas aclararon que el grupo de mayor riesgo eran las personas de la tercera edad o todos aquellos que sufrieran algún problema de salud grave.
Esto hizo que muchos se sintieran relajados y pensaran que al ser jóvenes estarían completamente a salvo del COVID-19.
Se ha reportado que al menos 22 mil personas han perdido la vida por el coronavirus.
Todos, sin importar nuestra edad, debemos acatar las medidas de aislamiento para poder protegernos. La mayor prueba de esto es que en Estados Unidos cada vez son más los niños que son diagnosticados con COVID-19.
Lauren Fulbrook acaba de pasar por la experiencia más aterradora de su vida al ver que su hijo estuvo a punto de perder la vida.
El hijo de Lauren apenas tiene 5 años de edad.
Ella jamás imaginó que sus bebés estuviesen en peligro pero la situación empeoró tan rápido que ha decidido compartir lo sucedido para alertar al mundo lo mucho que esto puede afectar a los más pequeños de la casa.
Alfie siempre se ha caracterizado por estar lleno de energía y saltar por toda la casa. De un día para otro, todo cambió.
“No comía ni tomaba nada. No podía moverse. Llegó a tener más de 42 grados de temperatura”, asegura su madre.
El pequeño comenzó a tener algo de tos y un par de días después su fiebre subió de tal manera que presentó alucinaciones y vómito.
La primera vez que llamó a Emergencias le dijeron que los hospitales estaban colapsados y que no podrían recibir a Alfie a menos que su situación empeorara.
“Ha sido la peor experiencia de mi vida. Ver a mi hijo tan enfermo me dejó con el corazón roto”.
Esto sucedió al día siguiente y lo trasladaron en una ambulancia. Para aquel momento, Lauren también estaba mostrando claros síntomas de coronavirus así que los aislaron juntos para ayudar a mantener al pequeño calmado.
“Se sentía tan mal que me preguntó: ‘Mami, ¿me voy a morir?’”.
Ha pasado más de una semana desde entonces y el pequeño Alfie comienza a mejorar. Parece que lo peor ha pasado pero Lauren quiere compartir lo sucedido con el mundo entero para que todos comprendan que realmente se trata de algo serio y que debemos permanecer en cuarentena.
Sus duras palabras se han convertido en el mensaje que muchos necesitan para acatar el aislamiento.
“El coronavirus no es una broma. Permanezcan en casa por un tiempo y esperamos que todo se normalice. Tomen esto en serio”.
Esperamos que este pequeño y su madre logren recuperarse por completo. Es lamentable que todavía haya muchas personas que no comprendan la importancia de la cuarentena.
Debemos aprender de la desgarradora experiencia de los demás y aportar nuestro granito de arena para luchar contra la pandemia.
Comparte este caso para ayudar a crear conciencia y recordar a todos que, sin importar nuestra edad, debemos guardar aislamiento.