Son muchas las advertencias que la Organización Mundial de la Salud y los expertos en Salud han emitido para tratar de ayudar en medio de la emergencia desató el coronavirus. Por desgracia, todavía hay muchas personas que se encuentran seguras de que esto no significará un problema para ellos.
Las principales recomendaciones para evitar el COVID-19 son lavarse las manos regularmente y quedarse en casa.
Hay quienes se sienten jóvenes y fuertes y toman la decisión de no acatar la cuarentena sin importar que esto signifique un riesgo para sus seres queridos y todas aquellas personas con las que entren en contacto.
Un hombre llamado Michael se encuentra pasando por una terrible experiencia con lo que él considera “la peor gripe” de su vida y quiere advertir a todos sobre la seriedad del COVID-19.
Michael vive en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos.
Michael Bane siempre ha sido un gran amante de los deportes. Adora correr en los maratones y siempre ha tenido una salud de hierro. Cuando la alerta del coronavirus comenzó, estaba seguro de que todo saldría bien. Ahora, desde la cama del hospital ha reflexionado mucho y quiere compartir con el mundo entero su experiencia.
“Esto es brutal y realmente puede acabar con nuestras vidas. La gente que no teme al virus realmente no comprende lo que está sucediendo”, alerta Bane.
Lo que más le sorprendió es que sus primeros síntomas eran completamente inofensivos. Cuando se encontraba bien, decidió llevar un ramo de flores a su esposa, ella trabaja en un centro de salud y todo parece indicar que fue allí donde contrajo el virus. Sin embargo, todo parecía en orden.
“Creemos que no es grave hasta que nos sucede a nosotros”, dice Michael.
Los únicos síntomas fueron que su nariz goteaba y tenía un poco de dolor de garganta. En cuestión de una semana, las cosas empeoraron rápidamente. Tenía fiebre muy alta y escalofríos.
“Esto es aterrador. Hay ocasiones en las que me quedo llorando hasta que tengo un fuerte episodio de tos y debo controlarme”, dice Bane.
Finalmente, lo trasladaron a urgencias y dio positivo a la prueba de coronavirus. Desde allí alertó a toda su familia y a su jefe. Poco después lo ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos para recibir asistencia respiratoria.
Desarrolló neumonía bilateral y hubo momentos en los que simplemente estaba seguro de que no lograría volver casa. Ha sido una lucha muy dura, pero ahora parece que se encuentra fuera de peligro.
“Hay gente que perdió la vida. Muchos más lo harán. Esto es devastador. Ayudemos a proteger a los demás y quedémonos en casa”, pide Michael.
Todavía sigue pasando los días en el hospital y debe permanecer en aislamiento. Para él, lo más importante es dar a conocer su historia ya que ahora sí comprende la necesidad de que todos acatemos la cuarentena. Esperamos que Michael se recupere muy pronto y que su experiencia con el coronavirus sirva como un mensaje de alerta para el mundo entero.
Todos debemos ayudar y permanecer en nuestros hogares por el bien de nuestros seres queridos. Comparte este testimonio.