Existe un secreto a voces desde hace años que muy pocos quieren reconocer en voz alta: la publicidad, por sí sola, ya no genera ventas y se pierden millones de dólares todos los años. Es frente a este esquema de cosas que, obsesionados con los millennials y en cómo venderles desde teléfonos móviles hasta zapatos surgió el concepto de influencers.
Se trata de personas contemporáneas en edades y gustos, pero con seguidores en las redes sociales, lo que constituye el vehículo perfecto para promover todo tipo de productos y obtener ganancias.
En días recientes, el influencer mexicano, Mario Sierra Moncada, se volvió todo un suceso de las redes sociales a través de su postura irónica y su forma de ver la pandemia de COVID-19 que mantiene en un aislamiento forzoso a 3 mil millones de seres en todo el mundo.
El joven, echando mano del humor negro más puro lloró frente a la cámara, angustiado porque le cerraron la lavandería y él no sabe lavar, todo por culpa del bendito coronavirus.
Mario Sierra Moncada
Así fue como este personaje de contó sus peripecias para poder realizar sus quehaceres, entre otros, lavar su ropa, ya que, gracias a la cuarentena impuesta a nivel mundial para evitar la propagación del virus, la lavandería donde usualmente asistía permanece cerrada y lo peor, es un completo inútil.
Moncada también derramó unas lágrimas por su gimnasio clausurado, así como la piscina y los jardines del conjunto residencial donde vive su interminable confinamiento.
“Estoy harto de esta cuarentena. Ya no puedo más. En el residencial donde vivo cerraron la piscina, el gimnasio, el spa, la tintorería… y yo no sé lavar ropa”, dijo el joven.
Además, le dio vacaciones a la señora encargada de la limpieza por temor a que contrajera el virus y lo trasladara a la casa, ya que la mucama debe viajar todos los días en transporte público para llegar a su trabajo y al joven le da miedo que le contagie “un bicho raro” . Además, confiesa su hartazgo de trapear con cloro debido a que, según él es alérgico.
“Estoy cansado de trapear con cloro. Soy alérgico y ya me duele la nariz de tanto respirar químicos, no estoy acostumbrado. El coronavirus nos quiere matar, ya no puedo más”, añadió.
El vídeo es una satirización de quienes ya estamos hartos de estar recluidos en casa, y ha sido compartido en diferentes páginas provocando diferentes reacciones encontradas por parte de los usuarios de las redes sociales.
“Pues, que aproveche de aprender a trapear. Le dejará un buen aprendizaje. O, Ay, no, no, lo que sentí al verlo y escucharlo es peor que cualquier virus, Dios mío!”, fueron algunos de los comentarios.
Lo cierto es que lo dicho por el influencer, aún en tono de chiste, es algo muy real. Ante esta situación, una de las medidas que más se repite en el mundo es la cuarentena, una acción de demostrada eficacia para frenar el avance de los contagios.
Las ciudades han quedado bloqueadas, paralizado el transporte de entrada y salida, se postergados los cursos escolares, hay receso en los centros laborales; también se posponen o prohíben las actividades con asistencia masiva como conciertos, encuentros deportivos o marchas y movilizaciones de toda índole.
Comparte esta historia y no olvides que se hace imprescindible la cooperación entre todos, la responsabilidad colectiva, pues relajar las medidas de aislamiento podría agravar aún más la situación. Quédate en casa.