Paul Stevenson se ha convertido en una inspiración para todos. En el año 2016, Paul tenía muchas dificultades para levantarse de su cama y se encontraba en medio de una difícil lucha contra la obesidad.
Llegó a pesar más de 300 kilos, algo que para muchas balanzas simplemente era imposible de mostrar. Cuando su madre perdió la vida, algo cambio dentro de sí y decidió que había llegado la hora de cambiar.
“Nunca había conseguido trabajo porque mi peso era demasiado grande. Era imposible para mí”, recuerda Paul.
No sería tarea sencilla. Buscó ayuda de una serie de especialistas y se sometió a una cirugía de reducción gástrica. En aquel entonces no podía imaginar que años después regresaría completamente irreconocible al lugar en donde le salvaron la vida.
Este fue tan sólo el primer paso, pero Paul quedó tan conmovido con la ayuda que recibió que no paró hasta dar un enorme vuelco a su salud.
Paul actualmente tiene 38 años de edad.
Con el paso de los días se acostumbró a una dieta mucho más saludable y comenzó a hacer ejercicio. Después de bajar una importante cantidad de peso, se dirigió a Holanda para una operación en donde le quitaron el exceso de piel. Fue un largo camino pero ahora pesa 114 kilos y luce completamente irreconocible.
Paul vive en la ciudad de Derby en Inglaterra.
Todavía no es su peso ideal pero ya tiene energía suficiente para trabajar. Se casó con su novia de hace más de dos años y ahora quiere inspirar a personas del mundo entero que se encuentran luchando contra la obesidad para demostrarles que nunca es demasiado tarde para comenzar a comer saludable.
“Siempre pensé que quería hacer algo para ayudar al hospital que tanto me dio.” asegura Paul.
Para Paul, algo vital en su nueva vida es su trabajo. Por primera vez en 15 años ha logrado conseguir un empleo y es nada menos que en el hospital donde comenzó su recuperación.
Es el portero del Hospital Royal Derby y a menudo se encuentra con los médicos y enfermeras que lo inspiraron a cambiar su estilo de vida.
«Muchos se sorprenden al verme pero me alegra demostrarles que todo lo que hicieron por mí no fue en vano«, afirma Paul.
La labor de Paul consiste en hacer varios recorridos por todo el Hospital para asegurarse de que todo marche en orden. Hace unos años no podía dar más de 10 pasos.
Ahora, hace más de 30 mil pasos en tan solo un turno de 12 horas. Es una verdadera muestra de que jamás nos debemos dar por vencidos.
Paul ha regresado al hospital en momentos claves. Médicos, enfermeras y todo el personal del lugar son héroes en tiempos de pandemia. Comparte esta nota para aplaudir su perseverancia y valor.