La pandemia del COVID-19 ha sacado a flote emociones y sentimientos en las personas, que no siempre son los mejores. Y la peor parte se la están llevando quienes menos los merecen.
De ello puede dar fe un enfermero mexicano que recibió el ataque y burla de personas que no valoran el loable trabajo que realizan.
Rafael Ramírez Morales es un joven enfermero que presta sus servicios en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social en la ciudad de Mérida, la alegre capital del estado de Yucatán en México.
Día a día cumple con su trabajo que tanto le gusta. Y con la vertiginosa expansión de la pandemia del COVID-19, se esfuerza para ayudar a tanta gente que está siendo afectada.
Pero desafortunadamente en México, como en muchos otros lugares del mundo, se han venido observando comportamientos reprobables hacia el personal de la salud en general.
Cierto día a las 7:40 de la noche del sábado cuando Rafael salía de la clínica, y se dirigía a tomar una unidad de transporte para ir a su casa después de una intensa y riesgosa jornada de trabajo, se llevó una desagradable sorpresa.
A un par de motociclistas que pasaban cerca, no se les ocurrió mejor cosa que agredir al joven enfermero.
“Mientras esperaba mi transporte, dos sujetos en motocicleta me tiraron un huevo en el uniforme”, contó el entristecido joven.
Fue un instante aciago que lo tomó desprevenido, más allá de cualquier sentimiento de rabia, lo que imperó en el enfermero fue mucha impotencia y tristeza.
«Me sentí impotente al no poder hacer nada, mientras ellos se retiraban en medio de carcajadas. No estoy molesto amigos, estoy muy triste al ver que la sociedad en la que vivimos nos trata como si nosotros hiciéramos mal las cosas», añadió el afectado.
El joven hizo del conocimiento publicó lo sucedido en su cuenta de Facebook, y los internautas expresaron su rechazo hacia la salvaje e inmerecida conducta de los agresores.
“La acción fue la de un cobarde y es increíble que tengamos que soportar esta clase de agresión o humillación por parte de gente tan ignorante”, manifestó un airado usuario ante la injusticia cometida.
Para Rafael es difícil comprender que algunas personas puedan cometer exabruptos de tal magnitud, sin saber que ellos mismos pueden necesitar del personal médico sanitario.
Los continuos desmanes hacia quienes laboran en establecimientos de salud, han hecho que organismos como el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) a cargo de Mónica Maccise; inste a la colectividad a que respeten, valoren y sean empáticos con ellos.
Entendamos de una vez por todas, que el personal de la salud es un aliado imprescindible en la dura situación que nos ha tocado vivir a todos. Lo mínimo que merecen es nuestra consideración, respeto y apoyo.
Dicen que el miedo es libre, pero vemos que la ignorancia también, cuidemos y apoyemos a estos admirables profesionales. Y comparte esta indignante noticia con tus amigos y familiares, para que cada vez haya más personas conscientes de la realidad.