Aída Aguilera González, de 34 años, se trasladó al hospital San Martín en San Juan, Argentina, para atender un dolor de muela. En su localidad flexibilizaron las medidas de confinamiento y ante los intensos dolores que padecía decidió buscar ayuda.
El dentista le realizó la extracción de la pieza dental y ella falleció de un paro cardiorrespiratorio durante la intervención, ella se descompensó e intentaron reanimarla, pero no tuvieron éxito.
De acuerdo con los reportes de la policía, Aída ingresó en urgencias, le administraron penicilina y permaneció en la sala de espera mientras le hacía efecto la medicación.
Después, ingresó al consultorio médico donde le extraerían la muela en un procedimiento convencional.
“Víctor Mondaca, comisario de la policía de San Martín, declaró a un medio de comunicación local: “Minutos después de haberle hecho la extracción de la muela sufrió un paro cardíaco y murió en el lugar”.
Aída deja a su esposo ya su hijo, desconsolados con su irreparable pérdida.
El pasado martes 19 de mayo, Cynthia Barbero, la mejor amiga de Aída, comentó:
“Nosotros sabíamos de los problemas de salud subyacentes de Aída, por eso entendemos que podía llegar a pasar esto, pero incluso así nos destrozó porque ella era un ser sumamente feliz y cariñoso con todos”.
Relató que en el hospital el único fármaco que le administraron fue la penicilina, después sufrió el paro y su doctora se comunicó con su esposo para informarle la trágica noticia.
Aída sufrió un episodio de hipertensión pulmonar, aumentó la presión en las arterias de los pulmones, eso produce que los vasos sanguíneos que trasladan la sangre del corazón a los pulmones se reduzcan y se endurezcan. En ese caso, el paciente puede sufrir un paro cardiorrespiratorio.
La mejor amiga de Aída contó que no era la primera vez que su corazón sufría un problema.
“Ella ya había tenido otros ataques cardiorrespiratorios. Había padecido seis ataques en su casa y la pudieron salvar, de hecho, los médicos se sorprendían de que haya podido sobrevivir y recuperarse, pero nosotros sabíamos sobre su dificultad”, dijo Cynthia.
Describió a Aída como una mujer sensible y amorosa. “Siempre se preocupaba por los demás, por su esposo, por su hijo, sus padres y toda la gente que se acercaba. Pero por su enfermedad no podía trabajar, y eso la mantenía preocupada. A pesar de eso, se ofreció como voluntaria para trabajar en la biblioteca de Pie de Palo, ayudaba con los deberes a niños especiales, lo hacía de forma completamente desinteresada”.
Aída se preocupó por dar a conocer su condición, en sus redes sociales compartía información acerca de la hipertensión pulmonar y formaba parte de la asociación Hipertensión Pulmonar de San Juan.
Esa institución le rindió un sentido homenaje a quien en vida les prestó su apoyo en su extraordinaria labor para crear consciencia sobre la enfermedad y colaborar con los pacientes.
“Nos toca despedir a Aída, una de las nuestras. Nuestro corazón está de luto, pero nuestra lucha sigue de pie. Por ti y por los que vendrán, hoy más que nunca hablemos de hipertensión pulmonar. Besos al cielo. Te vamos a extrañar”.
La noticia ha conmovido a miles de personas, la asociación quiere honrar la memoria de Aída y en su nombre, crear consciencia sobre la enfermedad. Compartamos un mensaje de consuelo con sus seres queridos.