Paulina Carvalho tiene 25 años y al igual que a cualquier mujer de su edad le gusta conservar una buena apariencia y no sólo se preocupa por su aseo, sino que es fanática del maquillaje. Pero, por insólito que parezca, este gusto de Paulina generó la incomodidad de algunos debido a una razón algo absurda.
Paulina se desempeña como barrendera en las calles de Porto Velho, Brasil, y recientemente protagonizó un episodio bastante desagradable. Mientras hacía su trabajo, una mujer “bien vestida” se acercó a ella para ofenderla por su apariencia.
Al parecer, la mujer se sentía consternada por el hecho de que Paulina siendo una “simple barrendera” estuviese maquillada.
«Ella me miró de arriba abajo y me dijo: ‘Guau, ¿por qué estás tan arreglada para trabajar? Sólo barrerás el piso y tendrás tu cara tan llena de suciedad que no podrás diferenciar ni siquiera el polvo en tu rostro», dijo Paulina
Como era de esperarse, la joven no pudo mantenerse callada y con educación le dio una gran lección.
«Mi querida señora, el hecho de que trabajo con pendientes, maquillaje y que huela bien, no implica mi profesión. Lo importante para mí es que soy justa en la vida y no soy una mala persona que se anda preocupando por la vida de alguien más”, sentenció.
Indignada, Paulina prosiguió con su retahíla y defendió su feminidad ante esa mujer que quiso hacerla menos
“Soy limpiadora de calles y estoy muy orgullosa, pero no porque trabaje barriendo la calle, lidiando directamente con la basura, dejaré de ser mujer, dejaré de cuidarme o de ser vanidosa”, escribió en su Facebook.
Después de que Paulina relatara lo sucedido en su red social desató una ola de apoyo a su favor y, aunque algunos insistieron en que debió decirle “sus verdades” a la mujer, ella prefirió no rebajarse.
“Mi educación es humilde, viene de nacimiento. Podría haberla tratado de la misma manera. Pero por su edad, la respeté. Ofrecemos lo que tenemos. Le ofrecí mi amabilidad”, dijo la barrendera.
Paulina se desempeña en esta noble labor desde hace cuatro años cuando fue contratada por la Secretaría Municipal de Servicios Básicos (Semusb) en Porto Velho. Desde entonces no sólo recoge los escombros de la Rua Duque de Caxias, en el barrio de Caiari, sino que se maquilla porque no le gusta ir desarreglada a su trabajo.
Toda profesión es digna y merece ser reconocida, es una pena que existan personas prejuiciosas como la mujer con la que se topó Pualina. Comparte su historia y envíale tu apoyo a esta valiosa trabajadora.