En el mundo existe una antigua tradición que consiste en envolver a los bebés durante la siesta en pequeñas mantas para mantenerlos cálidos y seguros.
Esta es una práctica de tradición ancestral que consiste en envolver al bebé recién nacido apretado pero delicadamente con una manta. Si bien actualmente no todos los padres la practican, sigue vigente en muchas partes del mundo.
La American Academy of Pediatrics (AAP) destaca que esta técnica puede ayudar a tranquilizar el bebé y promover el sueño.
Los beneficios de esta técnica son múltiples y variados, entre ellos, evitar que el bebé agite los brazos y las piernas durante la siesta, los constantes movimientos de las pequeñas extremidades puede provocar un reflejo de sobresalto y terminar por perturbar su sueño.
Durante los primeros días después del parto el bebé no puede regular su temperatura corporal, por lo que la manta cálida y suave le garantizará mantener una temperatura adecuada.
Envolver al bebé con una manta puede asemejarse al seno materno y tranquilizar al recién nacido.
También el que esté calientito y apretadito aliviará los cólicos. Por estas y muchas otras razones, está técnica ayudará a mantenerlo cómodo y seguro mientras tiene dulces sueños.
Recientemente, una adorable bebé ha conquistado las redes después que sus padres grabaran la tierna reacción al ser liberada de sus cómodas limitaciones.
Esta técnica es recomendable solo para los primeros tres meses de edad.
Solo basta con mirar esa carita de ángel con sonrisa encantadora para confirmar que los niños son nuestro mayor tesoro.
La bebé emocionada de conquistar el espacio del mundo exterior, estira sus brazos y piernas con una pequeña sonrisa que de manera sublime hace que hasta la persona menos sensible quede en sonrisa permanente.
La manta de un bebé debe ser suave, blanda y transpirable, preferiblemente de algodón.
Desde el momento en que reconoce que será liberada abre sus pequeños ojos acompañada de una tenue sonrisa. Al estar descubierta sus brazos se elevan como impulsada con un resorte y celebra sus movimientos con una sonrisa triunfante y conquistadora.
La pequeña mira a su madre y se estira al máximo desde la punta de sus pequeñas manos hasta los dedos de los pies.
Su tierna reacción ha conquistado miles de corazones en todo el mundo.
Al parecer esta pequeña aún no despierta del todo y bosteza mientras se estira. Quizá solo se está preparando para seguir su siesta.
No importa que edad tengas, contemplar a esta adorable bebé realizar su rutina diaria de estiramiento nos hace pensar en lo feliz que esta y la satisfacción que le produce estirarse.
La manta nunca debe cubrir la cara del bebé.
Es bien sabido que nada como un estiramiento de nuestras extremidades para comenzar con energía un buen día, esta pequeña lo está descubriendo y sale de su pequeña madriguera sonriente revelando al mundo su inocencia y felicidad después de tener dulces sueños.
Esto quizá sea lo más adorable que veas en mucho tiempo. Disfruta de este estiramiento y no olvides compartirlo para que más personas sonrían al ver un pequeño ser explorar el exterior mientras mueve su cuerpecito.