La mayoría de las personas de la tercera edad piensan en pasar los últimos años de su vida disfrutando de la familia o en un lugar donde la tranquilidad y serenidad esté presente en todas partes.
Sin embrago, no todos tienen esa dicha y algunos tienen que enfrentar grandes batallas con el ser al que dieron vida. Peter Grundy es una de esas personas que ha pasado los últimos años de su vida en una constante pelea con su hija Katrina, de 49 años.
El hombre lleva 8 años en una pelea judicial y moral con su hija.
El jubilado ha intentado por todos los medios legales desalojar a su hija del apartamento que adquirió hace años con su esposa fallecida Margaret.
La mujer quien ha estado viviendo en el piso sin pagar ni un centavo, se niega abandonar la propiedad asegurando que esta le pertenece. Peter, quien tiene 84 años desea vender la propiedad para poder mudarse a un centro de atención para personas de avanzada edad.
La propiedad está ubicada en Melbourne, Victoria-Australia.
Ahora que está solo, quiere irse a una casa de retiro para pasar sus últimos años, pero antes necesita pagar para poder ingresar. Peter comenta al respecto:
Tengo que pagar por adelantado en una aldea de retiro más de lo que obtendría por esta casa. No tengo derecho a una pensión”.
Lamentablemente, el hombre no ha podido vender al apartamento debido a que su hija hizo un papel sobre la propiedad sin su autorización.
Esto desde luego, le impide venderlo. Dice Peter:
Esto resultó muy listo en términos legales. Ella es alguien a quien nunca conocí, tiene una enorme capacidad para crear cosas de las que nunca escuchamos”.
Según Katrina, sus padres le regalaron la propiedad hace ocho años. Aunque un juez rechazó este argumento.
A pesar de todo lo que ha hecho Peter, hasta la fecha solo ha logrado gastar un gran cifra de dinero, no solo ha gastado más de 75.000 euros en honorarios legales, sino más de 205.000 euros en alquiler, sin contar las tarifas corporativas.
Katrina tiene una orden de arresto pero han pasado 3 meses desde que se emitió.
Peter cuenta con el apoyo legal del abogado Justin Lawrence, del bufete de abogados Henderson y Ball. Con respecto a la situación de Peter alega:
El estado de Victoria no tiene otro mecanismo disponible para que Peter la saqué de ahí: ha seguido todo lo que se puede hacer. Sin embargo, ella permanece ahí, y parece que todos los días es otro día de injusticia para él”.
Si bien Katrina asegura que ha estado colaborando con los pagos del alquiler, esto se aleja por completo de los planes de su padre de irse a una casa de retiro.
Peter en un último mensaje a su hija le dijo:
Katrina, nos has decepcionado enormemente a tu difunta madre y a mí”.
Hasta la fecha, no ha sido más que una mala experiencia para Peter quien ya se siente agotado de tanto pelear y no ver resultados.
Deseamos todo este asunto pronto se resuelva y Peter logre pasar sus últimos años dorados donde se sienta feliz.
Las personas mayores solo merecen nuestro respeto y admiración. Necesitan tener garantizadas sus necesidades básicas y tener la mejor calidad de vida posible, comparte este caso.