Kiri Atkinson, de 23 años, de Redditch, Worcestershire, usó pelucas durante siete años desde que la alopecia causó que perdiera la totalidad de su cabello.
Cuando se quedó calva se negaba a salir a de casa sin peluca, estuvo deprimida e incluso llegó a pensar en atentar contra su vida.
Pero tomó la decisión de dejar de usar pelucas y mostrar su calvicie junto a su hija Paiva Hughes, de 2 años, para ayudarla a tener confianza en sí misma y motivarla a aceptar su condición antes de que comience la guardería.
La niña fue diagnosticada con la misma enfermedad, y también se enfrentó a la pérdida de la totalidad de su cabello.
La madre compartió las selfies que se ha hecho con su hija y la publicación ha cautivado a miles de personas.
“Ver a Paiva divirtiéndose así y posar para las fotos me hizo querer reventar de felicidad, estaba radiante de orgullo. A ella le encanta que le tomen fotos, es un verdadero espectáculo y la amo por eso”.
“Mi pareja y yo somos conscientes de que los niños son transparentes y dicen cosas que pueden herir y ella puede llegar a casa preguntándose por qué no le agradan otras personas y por qué no tiene pelo”, relató Kiri.
“Hemos estado intentando concentrarnos en conversar con ella al respecto, decidí quitarme la peluca y permanecer sin pelo, y comencé a bailar frente al espejo. Ella lo encontró gracioso y me miró durante unos minutos, luego tomó mi peluca, se la puso en la cabeza, la tiró y gritó que no importaba no tener pelo”.
Después que compartió las fotos, Kiri confesó que sintió que se había quitado un peso de encima, y que está agradecida y abrumada por las numerosas muestras de apoyo que ha recibido.
“Recibir mensajes de personas con alopecia diciendo que les inspiramos es muy enriquecedor, tanto que Paiva también crecerá sabiendo que la calvicie es hermosa”, dijo la madre.
La publicación que Kiri compartió dice:
“Estoy literalmente llena de ansiedad escribiendo esto. Durante siete años he estado en el viaje de perder cabello debido a la alopecia, en el 2017 tuve a mi hermosa bebé. Después de que cumplió un año comenzó a perder su cabello por partes, en noviembre de 2019 había perdido todas sus cejas, sus pestañas y lentamente perdió lo que le quedaba de cabello en la cabeza”.
Comentó que comenzó a culparse por la pérdida de cabello de su hija, dijo que fue como perder el suyo una y otra vez. “Si soy honesta, el año pasado fue horrible para mí, me sentí peor. Algunos días todavía me pasa, pero está bien”.
Agregó que está aceptando que la calvicie es hermosa para ayudar a su hija.
“No voy a mentir, mi pequeña dama que ha perdido el cabello ha sido lo que me ha motivado por completo a esto”, dijo Kiri.
Asegura que ha aceptado su condición con amor porque no quiere que su hija sufra lo mismo que ella ha sufrido.
“No digo que sea fácil, pero quiero demostrarle a mi hija que no importa cómo te veas siempre y cuando hagas tu mejor esfuerzo por ser una buena persona. Cualquiera que sienta la necesidad de decir algo malo o desagradable debe tener una vida tan aburrida, y quizás nunca aprendió a tener empatía por los demás”.
Kiri ha sufrido diversos problemas de salud mental y ha estado deprimida durante mucho tiempo debido a la alopecia. Afortunadamente, ahora ha encontrado el momento de recuperarse.
Cuando tenía 16 años empezó a perder el cabello por el dolor de la separación de sus padres y por estar en una relación abusiva. Intentó evitarlo y usar el cabello corto para disimular su condición, pero tiempo después se vio obligada a afeitarse.
Le diagnosticaron Alopecia Universal, que significa la pérdida total del vello corporal en las cejas, pestañas, extremidades, cabeza, todo el cuerpo.
Además de las consecuencias psicológicas, la enfermedad también causa síntomas físicos, cuando Kiri perdió las pestañas sentía dolor en los párpados.
Cuando su hija nació tenía abundante cabello igual que su padre, ella nunca pensó que 11 meses después comenzaría a perderlo.
Lamentablemente tiene la misma condición, pero eso le ha dado la fortaleza a Kiri para enfrentarla, aceptarse y ayudarla a que la pérdida del cabello no afecte su autoestima.
“Mi plan en diez años es ir a una escuela en la que pueda aprender a hacer pelucas, y tener mi propio salón para ayudar a que otros puedan adquirirlas a un precio accesible, especialmente los niños”, relató Kiri.
Su historia ha servido como inspiración para muchas personas que no solo han perdido su cabello por alopecia sino por someterse a tratamientos de quimioterapia contra el cáncer. Compártela.