En estos tiempos la mascarilla se ha convertido en un artículo de primera necesidad, es una de las principales medidas implementadas en casi todo el mundo para prevenir el contagio de coronavirus.
Es imprescindible que los trabajadores del sector de la hostelería la utilicen durante toda su jornada aplicando todos los protocolos de seguridad. Pero al parecer, algunas personas han hecho un uso inadecuado de la mascarilla, sobre todo al momento de desecharla.
Laura Arber, de 32 años, llevó a tres de sus cuatro hijos a McDonald’s para comprar la comida que disfrutaría toda la familia en casa el pasado 04 de agosto en Hampshire.
Relató que sus hijos se sentaron en el sofá cuando de pronto notó que Maddie, su hija de 6 años, se estaba ahogando.
“Mi pequeña hija empezó a ahogarse e introduje mis dedos en su garganta para ayudarla a expulsar aquello que obstruía sus vías respiratorias, entonces salió algo azul y me pregunté: ‘¿qué demonios es esto?’”, dijo Laura.
Agregó que cuando vio el interior de la caja de 20 Nuggets de pollo que compró se sorprendió al encontrar los restos de una mascarilla quirúrgica dentro de uno de ellos.
“La mascarilla se cocinó con el pollo, estaba como parte de la mezcla y claramente era una mascarilla, se podía ver la costura y qué tan adherida estaba”.
La indignada madre llamó al restaurante de comida rápida y se trasladó al lugar para hablar con el gerente, le dijeron que los Nuggets de pollo que había comprado no habían sido preparados en las instalaciones de ese restaurante.
A pesar de que reclamó lo sucedido, los empleados del establecimiento no se disculparon pro el incidente y continuaron vendiendo los productos con normalidad.
“Y lo peor fue que siguieron sirviéndoles Nuggets a los clientes. Antes de irme le dije a un empleado: ‘¿Vas a seguir sirviéndolos?’ Y seguían sirviéndoles, eso fue lo que más me impactó”, relató Laura.
“Simplemente no podía creer la forma en la que la gerencia manejó el asunto. ¿Y si hubiera salido de la habitación y mi hija se hubiera ahogado? Podría haber muerto. Eso pasa en una fracción de segundo”, agregó la indignada madre.
Ella vivió una situación desesperante ante el temor de perder a su hija, quien gracias a su rápida actuación no sufrió daños graves después de ahogarse con restos de la mascarilla que fue cocinada junto al pollo.
Desde que se difundieron las imágenes y el caso en las redes no paran de generar comentarios de quienes exigen que se haga justicia y que el restaurante se comprometa a mejorar su protocolo. Compártelo.